Entrevista a Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite
«A Bildu le estaba pasando factura la presión sobre esta decisión indigna y humillante para las víctimas»
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) fue quien analizó las listas electorales y descubrió la presencia de 44 condenados por delitos relacionados con el terrorismo, 7 de ellos por asesinato
Fue un trabajo arduo y minucioso. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, destapó la existencia de 44 personas vinculadas con ETA que se presentaban a las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo en las listas de Bildu.
La información de Covite, asociación presidida por Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP en San Sebastián asesinado por ETA, Gregorio Ordóñez, ha tensado y marcado la campaña electoral dados los pactos que mantiene el Gobierno de Pedro Sánchez con la formación que lidera Arnaldo Otegi. Hasta que este martes, 7 de ellos, los 7 que cuentan con condena por asesinato, anunciaron su intención de no recoger el acta de concejales en caso de que resulten elegidos.
–¿Qué valoración hacéis de la decisión de los etarras condenados de renunciar a sus posibles actas?
–La valoración, en principio, es positiva, evidentemente preferimos que hayan renunciado a sus posibles actas a que no lo hayan hecho. Aunque, como siempre con la izquierda abertzale, todo lo que hacen está plagado de tacticismo y nunca lo hacen por una convicción ética. Les estaba pasando factura toda la presión mediática y social sobre esta decisión, absolutamente indigna y humillante para las víctimas, de colocar a asesinos en sus listas. Se han dado cuenta y han dado un paso atrás, pero no lo han hecho porque piensen que sea inmoral presentar a asesinos en sus listas, sino por pura conveniencia. Es indignante que además tengamos que escucharles decir que lo hacen «para contribuir a la convivencia y a la paz». Es indigno que den lecciones de paz y convivencia quienes impregnaron de odio y de fanatismo cada recoveco de la vida pública en el País Vasco y en Navarra. De ninguna manera debemos la paz de la que hoy disfrutamos a quienes asesinaron, ni a quienes promovieron los asesinatos.
Todo lo que hacen está plagado de tacticismo y nunca lo hacen por una convicción ética
–¿Qué supone para Covite como colectivo de víctimas del terrorismo?
–Un cierto alivio. Para las víctimas que viven en el País Vasco y en esos pueblos en los que se podían encontrar de concejales a los asesinos de sus familiares o a quienes intentaron asesinarles, sin duda supone un alivio saber que esas personas no tienen intención de tomar posesión de su acta de concejal. Aunque los motivos por los que lo hayan hecho sean espurios, siempre va a ser mejor para las víctimas que estos asesinos estén fuera de las instituciones que dentro.
–Vosotros que trabajáis el día a día en el País Vasco, ¿dais credibilidad a la renuncia? Es decir, dado que no pueden quitarse de las papeletas, ¿realmente consideráis que si salen elegidos renunciarán a sus cargos?
–Nunca solemos dar credibilidad a las palabras que vengan del entorno social y político de ETA. Lo tendrán que demostrar con hechos. Y por supuesto estaremos pendientes de que sus palabras se conviertan en hechos. Si no es así, lo denunciaremos. Pero creemos que se han visto tan acorralados que no les va a quedar otro remedio que renunciar a sus cargos públicos.
Estaremos pendientes de que sus palabras se conviertan en hechos
–Entre los 37 condenados que se mantienen en las listas, hay algunos que no mataron porque el destino no quiso, ¿qué os parece que sigan ahí, en las listas?
–Nos parece inmoral y hemos pedido que esas personas tampoco tomen posesión de su acta. Es cierto que los casos de los asesinos eran los más preocupantes y los más dolorosos para las víctimas, pero esos 37 candidatos también contribuyeron, con su pertenencia a ETA, a todos los crímenes que esta organización terrorista cometió. El terrorismo no alcanza solo al asesino y a su víctima, sino que produce un daño profundo al pluralismo político de las sociedades democráticas, en la medida en que merman la libertad y la seguridad de los ciudadanos, y de forma más intensa y específica la de los ciudadanos que no comparten el proyecto político de los terroristas y sus cómplices. Desde luego, la peor manera de que los terroristas se reinserten en la sociedad es que lo hagan orgullosos de su pasado criminal y premiados con puestos en listas electorales precisamente por no haber repudiado sus crímenes. ¿O acaso hemos visto una declaración pública de estos candidatos de EH Bildu condenando el terrorismo? ¿O hemos visto en las listas de EH Bildu a personas que hayan pertenecido a ETA, pero que hayan condenado la violencia terrorista, como Urrusolo Sistiaga, Carmen Guisasola o Ibón Etxezarreta?
–¿Qué respondéis a Otegi que ha dicho que se trata de una campaña de la ultraderecha?
–Que por mucho que no lo quiera reconocer, esto no es ninguna «campaña» y no ha sido «la ultraderecha» quien lo ha denunciado. Hemos sido sus víctimas. Esas con las que dice supuestamente tener empatía, pero que con cada acción que realiza, con cada declaración que hace, lo único que consigue es demostrar el profundo desprecio que siente por nosotras. Es un cínico y un mentiroso. Pero no esperamos otra cosa de un personaje tan siniestro como Otegi.