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Una electora entrega su voto en una oficina de Correos

Una electora entrega su voto en una oficina de CorreosEFE

23-J

Algunas de las irregularidades del voto por correo: «Fui a votar y me abrieron el sobre, estoy indignada»

Correos ha anunciado que ya ha repartido la documentación electoral a los 2.342.430 millones de ciudadanos que han pedido el voto por correo, pero que todavía faltan miles de personas que tienen en las oficinas postales los sobres pertinentes para poder participar en los comicios del próximo 23-J. Asimismo, desde le entidad pública han recomendado «no esperar a última hora» para recoger la documentación y votar, ya que el plazo concluye este 21 de julio a las 14:00.

En este contexto, Begoña Armillas –una mujer que es parapléjica y debido a ello «he votado por correo toda mi vida»– ha explicado a El Debate que cuando acudió a la oficina postal para votar «me abrieron el sobre electoral para comprobar que tenía toda la documentación pertinente. Y vi como a las dos otras personas que estaban votando también se lo abrieron. Es indignante. Me fui a casa con mi sobre».

A la hora de ejercer el derecho a voto por correo la ley electoral es clara: «una vez que el elector haya escogido o, en su caso, rellenado la papeleta de voto, la introducirá en el sobre de votación y lo cerrará». Tras ello, los ciudadanos deben «incluir el sobre o los sobres de votación y el certificado en el sobre dirigido a la Mesa y lo remitirá».

Además, la Junta Electoral Central (JEC) emitió una instrucción el pasado 8 de junio que establece que la documentación se «deberá entregar personalmente en las oficinas de Correos». «Para ello deberá identificarse mediante documento nacional de identidad, pasaporte, permiso de conducir, tarjeta de residencia o cualquier otro documento válido que permita identificar al elector, debiendo el personal de Correos proceder a su comprobación», añade la normativa.

Armillas ha relatado que el funcionario que la atendió le comunicó que «quería comprobar que estaba el certificado personal, en el que aparecen todos los datos, para que el voto fuera válido». «¿Cómo va a abrir el sobre? Es algo imposible y no daba crédito porque legalmente no se puede. Insistí muchísimo, y después de que lo abriera no fui del todo consciente de la gravedad y de las consecuencias hasta que lo pensé en frío», ha agregado.

En consecuencia, esta ciudadana decidió retornar a su casa sin participar en los comicios y ejercer su derecho a voto otro día. Por su condición, autorizó a su hermano para que fuera él a la oficina, e introdujo toda la documentación en el correspondiente sobre, que cerró «con pegamento».

La instrucción de la JEC dictamina que «las personas que solicitaron el voto por correo pero que no puedan acudir personalmente a la oficina de Correos para presentar la documentación electoral, deberán otorgar una autorización para que la entrega sea realizada por otra persona en su nombre. La autorización deberá ser firmada por el elector y acompañarse de fotocopia de su documento nacional de identidad, pasaporte u otro documento oficial identificativo», tal y como ocurrió en el caso de Begoña Armillas.

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