Armengol quiere implantar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso «lo más rápido posible»
La presidenta de la Cámara Baja ha reconocido la complejidad técnica de instalar pinganillos para las traducciones, a la vez que se ha comprometido a dialogar para buscar el «consenso» entre los grupos
La recién nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha asegurado que su intención es que el uso del catalán, gallego y euskera en la Cámara Baja pueda implantarse «lo más rápido posible». En declaraciones a Cadena Ser, la tercera autoridad del Estado ha anunciado que para ello buscará el consenso entre todas las formaciones políticas.
Así, la balear ha reiterado el «compromiso» para llevar al hemiciclo las lenguas cooficiales que ya realizó en su primer discurso tras ser designada en el cargo, por lo que hará «lo posible» con «diálogo y consenso». «Haré una ronda con los grupos parlamentarios, quiero hablar con todos ellos para que sea una posición de consenso y hacer cumplir ese objetivo con la eficiencia técnica que ellos supone», ha subrayado.
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En este sentido, Armengol también ha señalado que todo lo relativo a este asunto lo tendrá que «mirar con los servicios técnicos de la Cámara» para así tener constancia de «todas las posibilidades para luego tomar la decisión». Al respecto, ha reconocido que el uso de pinganillos para llevar a cabo las traducciones es un aspecto complejo, por lo que ha insistido en ver con qué opciones cuenta el Congreso.
Con tal de justificar esa medida como consecuencia del pacto del PSOE con Esquerra Republicana y el partido de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, la expresidenta balear la ha calificado como «un hecho de normalidad democrática» y ha indicado que así lo deben de sentir los ciudadanos que «aman en una lengua diferente al castellano».
Finalmente, Armengol, que este viernes ha acudido al Palacio de la Zarzuela para informar a Felipe VI de que las Cortes ya se han constituido y acerca de la composición del Congreso, ha insistido en que España es un país «con una riqueza maravillosa, con identidades y pueblos diferentes y con idiomas cooficiales». En su opinión, ese país «con diversidades» es lo que a sus habitantes «nos hace grandes», con lo que ha abogado por trasladar esa España «real» a la Cámara Baja por ser la sede de la soberanía nacional.