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Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, durante la reunión

Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, durante la reuniónEFE

Mucho tras una foto

Abascal da a Feijóo algo más que 33 votos de confianza en su primer acuerdo nacional

El presidente del PP redobla su llamamiento al PSOE para que facilite su investidura tras escuchar las exigencias de Puigdemont. Y lo hace por primera vez con la bendición del líder de Vox

Han tenido que pasar cinco años de sanchismo, tres elecciones generales (abril y noviembre de 2019 y julio de 2023) y dos mociones de censura de Vox que el PP no apoyó (en la de 2020 votó en contra y en la de 2023 se abstuvo) para que los dos partidos de la derecha alcancen su primer gran acuerdo en clave nacional.

El apretón de manos que este martes se dieron Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal al comienzo de una reunión en el Congreso no solo significa el apoyo de Vox y sus 33 diputados a la investidura de Feijóo. Significa también, y sobre todo, la constatación de que ambos se han dado cuenta de que les unen dos cosas: un rival común, Pedro Sánchez, y un enemigo común, Carles Puigdemont.

Por eso ambos, durante sus comparecencias posteriores ante la prensa, pusieron de relieve que en este momento de «cruce de caminos» para España –en palabras de Feijóo– toca aparcar las diferencias y caminar juntos.

Tanto es así que Abascal fue un paso más allá en su rueda de prensa y bendijo un hipotético Gobierno en solitario del PP con el apoyo del PSOE. Según él, como «mal menor» y con tal de que a Carles Puigdemont no le sirvan sus chantajes. «Si esa posibilidad existiese, Vox desde luego no sería un obstáculo», señaló. Aunque dijo entender que es «muy difícil» que los populares convenzan a los socialistas de que España vive «un momento de excepción nacional y de excepción democrática», a juicio de Abascal.

El gesto de éste, que fue el primero en comparecer tras el encuentro en el Congreso, fue una grata sorpresa para Feijóo, que lo calificó de «determinante». Porque el presidente de Vox puso la alfombra roja para que Feijóo saliera públicamente a redoblar su llamamiento al PSOE, después de que Puigdemont exigiera la amnistía como condición previa a cualquier negociación con Sánchez.

«Mi deber y mi responsabilidad es mantener la propuesta que le he hecho al secretario general del PSOE y espero y deseo que la reconsidere. Después de escuchar los requisitos y las condiciones del señor Puigdemont espero que reconsidere, ahora ya con la tercera fuerza política a favor (en alusión a Vox), esta oportunidad histórica de responder a los españoles. Creo que bien vale la pena, se lo aseguro. Nadie se arrepentiría. Y si no funciona, siempre queda la posibilidad de convocar elecciones», afirmó Feijóo.

Para los populares, que Abascal acepte «sin condiciones» un Gobierno del PP, sobre la base de los seis pactos de Estado que Feijóo ha propuesto a las fuerzas políticas y con el improbable concurso del PSOE es un hecho sin precedentes.

La entente entre Feijóo y Abascal llegó al punto de que el líder de Vox ni siquiera criticó el intento de acercamiento del popular a Junts, sino que se limitó a afirmar: «La vía de Junts es imposible y esos contactos nos preocupan».

Minutos después, fue el propio Feijóo el que anunció que ya no habrá reunión con Junts. «Todos hemos escuchado hablar a Puigdemont el día posterior a la reunión con la vicepresidenta del Gobierno. Si nos va a proponer la amnistía como requisito para la investidura, nos podemos ahorrar la reunión tanto Junts como el PP. No tiene sentido», adelantó.

La amnistía es una petición que tanto ERC como Junts llevan semanas haciendo, no nueva de este martes. Y, aun así, Feijóo pretendía reunirse con el partido de Puigdemont, en una decisión que había levantado mucha polémica interna en su partido.

Sin embargo, según el jefe de los populares hay un cambio sustancial, el que le ha hecho romper: porque las demandas del prófugo se han producido un día después de su reunión con Yolanda Díaz en Bruselas y porque ha situado la amnistía como condición previa para sentarse a negociar, ni siquiera como una condición para la investidura.

La entente entre el PP y Vox volverá a escenificarse esta semana, aunque en distinto escenario: en Murcia. Allí, durante el miércoles y el jueves se producirá el debate y la votación de investidura de Fernando López Miras, tras el acuerdo in extremis alcanzado entre ambas formaciones para un gobierno de coalición.

Ahora bien: ¿Seguirá la sintonía entre los dos líderes nacionales después de la investidura de los días 26 y 27 de septiembre? «Nosotros tenemos unos pactos en algunos territorios con Vox y vamos a intentar cumplir la estabilidad y esos pactos. Evidentemente, no tenemos un pacto en el Congreso, ni en el Senado. Tenemos un acuerdo para la investidura y yo, en mi discurso de investidura, haré honor a ese acuerdo», respondió Feijóo. Quien añadió que el PP y Vox han sido, son y serán «dos partidos distintos» y que, «lamentablemente», la «ruptura del espacio político del centro derecha» es una de las causas que ha llevado a España a esta encrucijada.

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