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La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el portavoz de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, hablan durante el primer pleno de la XI legislatura en la Asamblea de Extremadura donde Pelayo ha sido designado como senador autonómico, en virtud del acuerdo para la formación del Ejecutivo autonómico que suscribieron PP y Vox, junto a Guillermo Fernández Vara, propuesto por el PSOE, este jueves en Mérida. EFE/ Jero Morales

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el portavoz de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo GordilloEFE

Extremadura

Guardiola abre una polémica con Vox al desvelar que su relación es nula

El partido de Abascal critica la «desorientación» del PP en una semana de reproches por su acercamiento a Junts y la convocatoria de una manifestación contra la amnistía a la que no les han invitado

El camino hasta sellar un acuerdo que posibilitara un cambio de Gobierno en Extremadura fue largo y no estuvo exento de polémica. Tal fue el desencuentro entre el Partido Popular y Vox en la región antes y después del 28-M, y con las generales como telón de fondo, que estuvo sobre la mesa la repetición electoral, aunque finalmente llegó a buen puerto. Esta semana, unas nuevas declaraciones de la presidenta María Guardiola han vuelto a provocar malestar en el seno del partido de Santiago Abascal, que le ha pedido una rectificación.

La dirigente popular aseguró en una entrevista en el diario extremeño Hoy que su relación con Vox «ahora mismo es escasa o ninguna» porque está «centrada en trabajar, en gestionar, en poner en marcha esta maquinaria que es muy grande», en alusión al nuevo Ejecutivo autonómico. Sus palabras no sentaron nada bien al que es su socio de Gobierno no solo en Extremadura sino en otras cinco regiones. Se cumplen ahora dos meses desde que tomó posesión y precisamente esta semana se aprobaban las primeras medidas de ese acuerdo programático.

La portavoz parlamentaria, Pepa Millán, aludió en rueda de prensa a sus palabras instándola a rectificar y advirtió que, en caso contrario, lo que tendría sería «un Gobierno débil o puede ser que directamente no tenga Gobierno». De la misma manera, el líder de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo, señaló que sus declaraciones no habían sido acertadas y le pidió una reflexión.

No obstante, y ante las especulaciones sobre la posibilidad de que hubiera una grieta que pusiera en entredicho el nuevo Gobierno, Pelayo trasladó que seguirán la «senda de colaboración» con el PP. «Si Guardiola rectifica sus palabras, como estoy seguro de que hará, no habrá ningún peligro por ahora de que al Gobierno se le ponga en entredicho», explicó ante las preguntas de los medios, indicando que el trato entre los partidos es cordial y que el balance de estos dos meses desde la investidura es «trabajo».

Vox había puesto una serie de condiciones para apoyar la investidura de Alberto Núñez Feijóo, entre ellas, que el PP no colaborase en el «cordón sanitario» contra el partido, que mostrase respeto a sus votantes y que se pusieran en valor los acuerdos alcanzados entre ambos a nivel regional y local. Es por ello por lo que la formación de Abascal ha dado un toque de atención a los populares, en plena cuenta atrás para la investidura del candidato del PP.

Vox reprocha al PP «incoherencia» y «desorientación»

Después de que la semana pasada Feijóo y Abascal se reunieran y mostraran entendimiento ante esa investidura y también a la hora de enfrentar el escenario político que se abre ante la posibilidad de que Sánchez ceda a las exigencias del separatismo de nuevo y reedite su Gobierno, la tensión entre ambos partidos ha ido creciendo en los últimos días.

La polémica en Extremadura se suma a los reproches al PP por su acercamiento a Junts, tras las palabras de Esteban González Pons que afirmaban que «no está en duda» la legalidad de este partido, así como su decisión en el Senado de acceder a que este, el PNV y Sumar tengan grupo propio pese a no cumplir con los requisitos. «¿A qué están jugando?», fue la reacción de Vox ante esta maniobra, al tiempo que tacharon de «incoherente» que lo haga mientras recurre una maniobra similar del PSOE en el Congreso. Mencionando a Pons, a Juanma Moreno o al grupo de la Cámara Alta, Abascal criticó que ven «desorientación en una parte del PP».

Se suma también la convocatoria de manifestación contra la amnistía en Madrid anunciada por el PP a la que, según le afeó ayer Abascal, Vox no ha sido invitado. El acto, que la portavoz popular Cuca Gamarra indicó que era de partido y que estaba enmarcado en la investidura de Feijóo, fue convocado de forma individual. Vox, que estaba a la espera de saber si era un mitin o un acto para toda la sociedad civil, aseguró por su parte que no tenía miedo a «la foto de Colón», en alusión al acto que en 2019 reunió al PP, Vox y Cs contra las cesiones de Sánchez al independentismo y en 2021 hizo lo propio para protestar contra los indultos a los condenados por el procés.

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