Con la investidura a final del mes
Vox afea al PP su acercamiento a Junts una semana después del encuentro entre Feijóo y Abascal
El líder de Vox aparcó las diferencias y confirmó su respaldo a la investidura del candidato popular, aunque los movimientos del que es su socio en varios gobiernos regionales han vuelto a tensar la relación
En Vox no ha gustado un ápice el acercamiento a Junts que ha mostrado el Partido Popular en las últimas semanas, que, ante una investidura complicada, fijada para el próximo 26 de septiembre, se había mostrado abierto a hablar con todas las formaciones políticas –a excepción de Bildu–, eso sí, sin aceptar «chantajes» ni «subastas», para tratar de recabar apoyos. Un acercamiento que también provocó el enfado del PP catalán, que descartó que hubiera algo de qué hablar con el partido de Carles Puigdemont.
Este lunes, el secretario general de la formación de Santiago Abascal, Ignacio Garriga, fue muy crítico con los populares, en concreto con su vicesecretario de acción institucional, Esteban González Pons, que días antes había defendido en una entrevista que «Junts es un grupo parlamentario que al igual que ERC, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda».
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Garriga reprochó que se valide a Junts como interlocutor válido, instó a Alberto Núñez Feijóo a desautorizar a Pons y pidió al PP explicar con prontitud las interlocuciones con la formación independentista. El líder popular, que tras conocer las exigencias de los de Puigdemont –entre ellas, la amnistía previa a la investidura–, había trasladado que se podían «ahorrar» la reunión, admitió contactos con Junts antes de saber las «indignas» condiciones impuestas por el expresidente catalán huido de la justicia.
Un nuevo reproche llegó desde Bambú este miércoles, ante la decisión del PP de acceder a que Junts, el PNV y Sumar tengan grupo propio en el Senado pese a no cumplir con los requisitos para ello, y les afeó su «incoherencia» al permitirlo en la Cámara Alta, donde los populares tienen mayoría absoluta, y al mismo tiempo recurrir una maniobra similar del PSOE en el Congreso.
«Primero González Pons acepta como interlocutor válido al partido de Puigdemont y ahora esto. ¿A qué están jugando?», criticó el partido de Abascal en su cuenta oficial de Twitter, e indicó que harán lo posible por «impedir este fraude a los electores».
Abascal aparcó las diferencias con el PP y confirmó su apoyo a la investidura de Feijóo ante un momento de «excepción nacional»
Estas críticas se producen una semana después de que Feijóo y Abascal mantuvieran un encuentro en el Congreso de cara a la investidura. El líder de Vox quiso aparcar las diferencias ante lo que calificó de «momento de excepción nacional y democrática» y confirmó su respaldo al candidato popular. El apretón de manos y su foto conjunta escenificaron entendimiento después de una campaña que también estuvo marcada por las críticas y los reproches cruzados.
El arranque de los gobiernos autonómicos que comparten ambos partidos ha abierto una «etapa de entendimiento» en el inicio del curso político. Tras meses de negociaciones ya se han puesto en marcha los seis nuevos Ejecutivos regionales para un «cambio de rumbo», según celebró Abascal, con medidas como la eliminación del requisito del catalán para los médicos en Baleares o las rebajas fiscales en la Comunidad Valenciana o en Extremadura.
Tanto el PP como Vox son conscientes de la dificultad de que prospere la investidura en apenas dos semanas. Para Abascal, así lo explicó a los medios tras su reunión con Feijóo, más allá de que no den los números –como tampoco dieron en sus dos mociones de censura–, servirá para poner de manifiesto la «amenaza» que a su juicio se cierne sobre la unidad nacional y la igualdad de los españoles, así como para «preparar la resistencia al golpe» que augura que se producirá desde la Moncloa si Sánchez revalida su Gobierno aupado por Junts y el resto de los separatistas.