NEOS analiza la imposición lingüística tras la llegada de los pinganillos al Congreso y ante el avance separatista

Que un médico no pueda acceder a una plaza por no tener el nivel de catalán exigido, o que un niño no pueda ser educado en la lengua común de los españoles en algunas regiones de España son realidades que hoy padece un porcentaje cada vez mayor de ciudadanos.

En este contexto, la semana pasada llegó al Congreso, por tramitación de urgencia y lectura única, una proposición de reforma del Reglamento, impulsada por el PSOE a petición de sus socios, para permitir el uso de las lenguas cooficiales -catalán, gallego y euskera- en el ejercicio parlamentario, y, con ella, la utilización de pinganillos y traductores para el desarrollo de la actividad en la Cámara.

NEOS, bajo el título 'El esperpento del Congreso: Entre españoles no necesitamos traductores', organizó este lunes en la Universidad San Pablo CEU un acto para abordar esta realidad y reivindicar el español como «patrimonio común» de todos los españoles. Para hacerlo, contó en el coloquio, moderado por Carlos Cuesta, director adjunto de Libertad Digital, con la presidenta de la asociación Hablamos Español, Gloria Lago, el presidente de Pie en Pared, Juan Carlos Girauta, y al exalcalde de La Coruña y exembajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez.

Para Lago, lo que ocurrió estos días en el Congreso hizo reflexionar a mucha gente que quizá no tenía conocimiento, o al menos no cercano, de lo que sucede en varias comunidades autónomas. La profesora y filóloga gallega lamentó que mientras diputados reclamaban en la Cámara su derecho a expresarse en una lengua que no es oficial en toda España, el español -que sí lo es- está borrado del ámbito institucional en Cataluña, País Vasco o Galicia: ni un documento, ni una campaña institucional.

Y recordó también esos casos de niños que no pueden usar el español en la escuela y de personas que no pueden optar a un puesto de trabajo por la cuestión lingüística. «Mientras nosotros cada vez tenemos menos derechos -en referencia a las personas que quieren hablar en español-, quienes quieren imponer las lenguas cada vez tienen más», denunció la presidenta de Hablamos Español.

Quien fuera alcalde socialista de La Coruña durante varias legislaturas, Paco Vázquez, recalcó que la educación y la lengua son los dos instrumentos que tienen los independentistas para acabar con la unidad de España, favorecido todo ello por la cesión de competencias por parte de los partidos constitucionalistas a lo largo de estas décadas. «Para los nacionalistas su lengua es su seña de identidad», sostuvo el exdirigente del PSOE gallego, que subrayó que el nacionalismo ve el idioma como un elemento excluyente. Vázquez remarcó que en España solo hay una lengua oficial, el español, y que la cooficialidad de otras lenguas solo es tal en sus respectivas regiones, como figura en sus estatutos correspondientes.

A su juicio, el error de la oposición y de gran parte de la sociedad es «creer que esto va paso a paso». «Es un proceso. Se van dando inexorablemente uno detrás de otro», advirtió, señalando que hoy se habla de amnistía y se olvida el indulto, la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación. «Los demócratas hicimos del bilingüismo nuestra bandera. (...) Ahora hemos dado marcha atrás», expresó el exalcalde coruñés, que propuso hacer, como existe en Francia, una ley de defensa del español y que se establezca una prueba de selectividad única para toda España. Además, manifestó que si él fuera Alberto Núñez Feijóo, cuya investidura se debate este martes y previsiblemente no prosperará, le diría a Pedro Sánchez que se abstenía para que no tuviera que depender de separatistas.

«España está viviendo ahora mismo un autogolpe», sentenció Juan Carlos Girauta.«No se ha llevado a cabo todavía, pero se consumará en el momento en que se conceda la amnistía», añadió, al tiempo que, como jurista, hizo hincapié en que ve imposible que un Estado de derecho, con todo lo que significa, «permita una violación tan flagrante de la ley».

«Si se consuma el autogolpe, morirá la democracia del 78», afirmó, apuntando que, de ser así, habrá sido legítimo tanto el golpe de Estado de 2017 como la declaración de independencia de Puigdemont o las leyes de transitoriedad del Parlament. «No creo que llegue, pero si llega, el presidente del Gobierno dejará de ser presidente legítimo», aseveró el presidente de Pie en Pared. Explicó además que «el primer paso en el último empujón de ese proyecto» ha sido la cuestión de las lenguas cooficiales, una reforma impuesta antes de haberse aprobado. En este sentido, denunció que es un «trágala», máxime con un Gobierno que está en funciones.

No obstante, Girauta invitó a huir del desaliento y el desánimo ante la situación política y, criticando que a los nacionalistas «nunca les ha plantado una gran mayoría social» y estos han seguido dando pasos adelante, manifestó que «si no surge de la política, tendrá que surgir de la sociedad civil» . Por su parte, Gloria Lago quiso apelar a la conciencia de los políticos con trayectoria a sus espaldas para que apelen al «sentido de responsabilidad» dentro de sus partidos. «No todo vale», afirmó.