Sánchez se da un mes para ser investido después de la derrota honrosa de Feijóo

«A partir del viernes empieza otra investidura», señalaron este miércoles desde el entorno de Pedro Sánchez, después de que Alberto Núñez Feijóo perdiera la primera votación de la suya. Se acerca la hora de la verdad para Sánchez y su socia, Yolanda Díaz. El presidente en funciones y su partido han dejado que los focos recayeran sobre el candidato del PP durante el último mes, pero ahora les toca remangarse.

Las mismas fuentes subrayan que el líder del PSOE irá dando pasos con «normalidad y transparencia», y que los españoles podrán conocer qué está negociando y con quién. Aunque los populares han sacado sus propias conclusiones después de que Sánchez se negara a debatir con Feijóo sobre la amnistía el martes en el Congreso. «Quien calla otorga (…). Nos hemos retratado todos, con nuestras palabras y con nuestros silencios», le recriminó Feijóo este miércoles.

En el PP están «muy satisfechos» –a decir de un miembro de su dirección– con el papel de Feijóo en el debate. Ayer, éste abandonó el hemiciclo diciendo: «No he podido hacer más», para resumir que se dejó la piel en el hemiciclo. Los populares también están convencidos de que Sánchez «se equivocó» ignorando al candidato popular. En el PSOE, por el contrario, durante todo el miércoles siguieron insistiendo en que fue una jugada «astuta» para poner en evidencia las contradicciones del líder del PP.

El viernes, una vez que Feijóo pierda la segunda votación, la presidenta del Congreso se trasladará a la Zarzuela para comunicar oficialmente al Rey el resultado. Entonces la pelota quedará en el tejado de Felipe VI, que deberá convocar una segunda ronda de consultas para designar nuevo candidato. A Sánchez.

En teoría, Don Felipe no tiene por qué reiniciar inmediatamente las reuniones con los partidos. Pero, en vista de que el presidente en funciones ha mostrado su voluntad de someterse a la investidura cuanto antes, la previsión es que las consultas del Rey se produzcan los días 2 y 3 de octubre, lunes y martes de la semana próxima. Si así fuera, el jefe del Estado haría el encargo a Sánchez el mismo martes por la tarde y, el miércoles, Francina Armengol anunciaría la fecha de la investidura.

Se da por hecho que, como ocurrió con la ronda de los días 21 y 22 de agosto, ERC, Bildu, Junts y el BNG no irán al encuentro con el Rey, a pesar de que sus votos son decisivos. Como en agosto no fueron, Don Felipe no pudo preguntar a ninguno de los cuatro por su voto y eligió a Feijóo: «No se ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer esta costumbre (la de designar al ganador de las elecciones)», rezaba el comunicado de la Casa Real.

Tercera o cuarta semana de octubre

Desde el ala socialista del Gobierno trasladan que cualquier fecha para el debate de investidura antes del 12 de octubre es muy precipitado, así que pudiera ser la tercera o la cuarta semana del mes. Eso quiere el PSOE. La siguiente semana el calendario se complica: el martes 31, la Princesa Leonor jurará la Constitución en el Congreso, como hizo su padre al cumplir la mayoría de edad. Y el miércoles 1 es festivo.

En las últimas 48 horas, Sánchez ha visto cómo Pere Aragonès y Carles Puigdemont han subido la apuesta. Dan por descontada la amnistía y quieren que la negociación de la investidura siente las bases de un futuro referéndum al que los socialistas se niegan. Por lo menos, de momento. El domingo 1 de octubre es el sexto aniversario del referéndum ilegal. Será un día de gran exaltación del independentismo catalán, que se siente muy fuerte a pesar del mal resultado electoral (ERC obtuvo siete escaños y Junts otros siete, frente a los 19 del PSC).

Sánchez quiere un acuerdo de más largo recorrido, que incluya los Presupuestos de 2024

El presidente en funciones pretende conseguir no solo una mayoría de investidura, sino un acuerdo de más largo recorrido que le permita gobernar con cierta estabilidad. Porque enfrente tendrá un sólido bloque de 171 escaños (los del PP, Vox y UPN). Ese acuerdo incluiría los Presupuestos de 2024.

Este miércoles, al término de la votación, se produjo en el hemiciclo una escena muy descriptiva del momento. Feijóo se acercó a estrechar la mano del portavoz del PNV con quien había mantenido un áspero debate, a propósito de la negativa de los vascos a apoyar un gobierno del PP en solitario. Aunque, al final de su turno, Aitor Esteban había dejado una puerta abierta al PP para el futuro, con estas palabras: «Seguiremos, porque esto es un maratón, y seguiremos hablando».

La breve conversación entre Feijóo y Esteban debió de poner en alerta al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, uno de los encargados de las negociaciones para la investidura de Sánchez. No porque en el PSOE tengan ninguna duda de que el PNV también votará «no» el viernes, que no la tienen. Pero, durante dos meses, los socialistas solo han tenido ojos para ERC y Junts, y han desatendido al resto de socios. Y ahora llega el momento de las carantoñas.

El escaño de Bolaños está justo debajo del de Esteban. Así que, cuando Feijóo se fue, el ministro se dio la vuelta y habló largo y tendido con el portavoz del PNV, preocupándose por sus demandas por primera vez en muchas semanas.

El voto canario

Dentro de las negociaciones de las próximas semanas, los socialistas quieren jugar un comodín: el de Coalición Canaria, actual socio del PP, que este miércoles votó «sí» a la investidura de Feijóo. El voto favorable de Cristina Valido a Sánchez, que así se llama la diputada de CC, permitiría al PSOE necesitar solo la abstención de los siete diputados de Junts. Y no su voto a favor.

Desde el ala socialista del Ejecutivo confirmaron ayer que pelearán ese voto de CC y que creen estar en disposición de conseguirlo, como adelantó El Debate el 13 de septiembre. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha empezado a revisar la «agenda canaria», un compendio de medio centenar de medidas que para CC son condición sine qua non. También, que el Gobierno desbloquee partidas comprometidas en los Presupuestos de 2023 que siguen sin llegar a las islas.

«Hay mucho dinero pendiente. Veremos si aceptan todo lo que pedimos», explican desde Coalición Canaria a este periódico. No obstante, hay un elemento que puede ahuyentar a la formación insular: la amnistía. CC someterá la decisión a las direcciones del partido en todas las islas, una vez que Sánchez hable con «claridad» de esa amnistía. Que, según los socialistas, será muy pronto.