El PNV proclama su fidelidad a Sánchez: nunca apoyará una moción de censura de Feijóo

La historia no se repetirá. El PNV no hará caer a otro presidente del Gobierno, esta vez a Pedro Sánchez, apoyando una moción de la censura de la oposición, como hizo en mayo de 2018 con la que tumbó a Mariano Rajoy.

Así lo aseguró este jueves el presidente de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, en una entrevista en Onda Cero. Desde sus micrófonos, Ortuzar vino a aconsejar a los populares que pierdan toda esperanza: el PNV no cambiará de idea a mitad de legislatura; no votará, o votaría, a favor de una hipotética moción de censura con Alberto Núñez Feijóo como candidato.

Ni siquiera -sostuvo Ortuzar- si Sánchez incluye el compromiso que el PSOE selló por escrito el 10 de noviembre: la transferencia del régimen económico de la Seguridad en el plazo de dos años, conforme a la disposición transitoria quinta del Estatuto de Autonomía vasco.

«No hombre, una moción de censura no (…). Las mociones de censura en el Estado español tienen que ser constructivas, que no me parece un mal mecanismo. Porque si no iríamos a la destrucción por la destrucción sin plantear alternativas», argumentó el presidente del PNV. Quien, no obstante, confió en que Sánchez tendrá palabra: «Yo creo que no vamos a llegar a esa tesitura. Yo creo que se va a cumplir en dos años, no nos pongamos en lo peor», añadió. En esa misma entrevista adelantó el voto favorable del PNV a los Presupuestos de 2024: «Lo lógico es que a este Gobierno, acabamos de investir al presidente, le demos el principal instrumento que tiene un Gobierno, que son los Presupuestos. Pero los Presupuestos hay que negociarlos».

Éste es el segundo portazo de Ortuzar a Feijóo, después del que le dio en su intento de investidura. Una de las muchas cábalas que han circulado al inicio de esta legislatura tan incierta como incendiaria es precisamente la posibilidad de que los cinco diputados del PNV precipiten la caída de Sánchez en algún punto del camino.

No obstante, hasta la fecha nada ha hecho pensar que la formación de Ortuzar pueda salir de la mayoría Frankenstein en el medio plazo. De hecho, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, certificó la defunción del PNV como partido bisagra durante el debate de investidura de la semana pasada. Y además agrandó su desencuentro con Feijóo, a quien se dirigió en estos términos: «A ver si diciéndoselo como hacía con Mariano (Rajoy), con una rima consonante y otra asonante, consigo que lo entienda: Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox».

Hay otra clave. La dependencia entre Sánchez y el PNV es mutua. Sánchez está en manos de los jetzales, pero también ellos están en las del presidente del Gobierno: el año que viene hay elecciones en el País Vasco y Bildu está comiendo terreno al PNV. No obstante, aunque Bildu quede primero, las encuestas pronostican que será el PSE el que tendrá la llave del Gobierno vasco. Y los socialistas vascos tienen intención de seguir gobernando en coalición con el PNV, como lo hacen también en diversos ayuntamientos y diputaciones forales.

El PP se pasó dos meses intentando convencer a los nacionalistas vascos de que con Feijóo les iría mejor que con Sánchez. Esteban incluso amenazó en la tribuna del Congreso con desvelar algún día lo que los populares les ofrecieron a cambio de sus cinco votos (luego El Correo publicó que el Ministerio de Industria, aunque ambas partes lo desmintieron). Pero finalmente Feijóo desistió. Sus últimas apelaciones al PNV no son, en realidad, a los dirigentes del partido, sino a sus votantes.

Los nacionalistas vascos temían perder influencia y poder sobre el Gobierno en beneficio de ERC y Bildu. Por eso, en paralelo a las negociaciones para la investidura de Sánchez se dedicaron a recomponer los puentes con Junts. Y lo han hecho. Ortuzar viajó dos veces a Bruselas para entrevistarse con Carles Puigdemont antes de la investidura y ambos acordaron colaborar en esta legislatura.

Ese pacto ya ha dado un primer resultado visible. Junts necesitaba la firma de otro grupo parlamentario para registrar en el Congreso la creación de dos comisiones de investigación sobre el espionaje a líderes independentistas. Y fue el PNV el que le prestó la suya el pasado viernes. Dos comisiones que, por cierto, la Mesa del Congreso calificó el pasado martes con el voto en contra del PP, y que ahora han de ir al Pleno para que los diputados aprueben su constitución.