Feijóo se reúne en Bruselas con Von der Leyen en una muestra de apoyo político ante la deriva de Sánchez
El líder de los populares también mantuvo un encuentro en Bruselas con la vicepresidenta Jourová
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, viajó a Bruselas este jueves para asistir a la Cumbre de Líderes del EPP que tiene lugar con cada reunión del Consejo Europeo. El líder popular aprovechó l ocasión para reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta y comisaria de Valores y Transparencia Vera Jourová. Sobre la mesa estaba el asunto de la situación política española.
Feijóo detalló que habló con ellas de «la amnistía que incluye a acusados por malversación y por terrorismo», de las «reuniones secretas del Gobierno de España fuera de la UE para mantener ese pacto de investidura con el independentismo» y de «los ataques que están sufriendo los jueces con nombres y apellidos, especialmente los del Tribunal Supremo, en el Congreso de los Diputados por parte de los socios de Sánchez y por parte del Gobierno de Sánchez».
La alemana comparte grupo político en el Parlamento Europeo con el líder popular. El encuentro mantenido ayer ha de verse en clave política. Von der Leyen participó en el debate sobre la presidencia en Estrasburgo pero se marchó del hemiciclo tras el turno de su compatriota Manfred Weber.
Sus palabras no dieron a entender posicionamiento alguno respecto a lo que estaba ocurriendo. Quiso mantener distancias al igual que hizo un mes antes el comisario de Justicia Didier Reynders, pero sin duda alguna el encuentro de ayer es un posicionamiento claro. Aunque Sánchez y Von der Leyen tienen una excelente relación, las últimas decisiones políticas del socialista han removido el suelo bajo los pies de una presidenta de la Comisión que llega a su fin de mandato con el agua el cuello. Todo lo que ocurra hasta junio de 2024 debe situarse en un contexto electoral.
En cuanto a los asuntos nacionales, Feijóo criticó firmemente dos acciones llevadas a cabo esta semana en el Congreso: la aprobación de considerar la propuesta de ley de amnistía presentada por el PSOE y la aprobación de tres comisiones para investigar a los jueces, solicitadas por los aliados de Sánchez.
Según él, estas decisiones representan un riesgo serio para el Estado de derecho. A pesar de esto, afirmó que evaluarán todas las opciones a nivel nacional e internacional para impugnar la amnistía y confía plenamente en que será revocada por los tribunales: «Tengo confianza en la justicia y en los ámbitos judiciales».
Estas dos reuniones son una muestra más de que la Unión Europea está preocupada por lo que está pasando en España. La labor llevada a cabo por políticos y sociedad civil surte efecto y la Comisión conoce perfectamente cada movimiento de los socialistas y sus socios. Aún así, Sánchez juega con ventaja ya que el tiempo corre a su favor.
La amnistía se presume aprobada mucho antes de que la Comisión pueda emitir un veredicto que no se espera hasta dentro de medio año aunque fuentes internas aseguran que se iría a los 12 meses. Los tiempos pueden sorprender pero son parecidos a los casos polaco y húngaro.