Sánchez mueve banquillo
El grupo socialista en el Congreso cambia de arriba abajo en cuatro meses
La marcha de Batet, la renuncia de ocho ministros y tres miembros del Gabinete de Sánchez a sus escaños y varios nombramientos suman 16 bajas y altas nuevas en una bancada de 121 miembros
El grupo parlamentario socialista ha vivido una pequeña revolución en solamente cuatro meses, los que lleva de vida esta XV legislatura. En este tiempo, las decisiones de Pedro Sánchez han obligado a cambiar a 16 de los 121 diputados que componen la bancada del PSOE. Y puede que las listas sigan corriendo, porque aún quedan puestos por adjudicar en el Gobierno y sus empresas públicas.
La renuncia de varios ministros a sus actas de diputado y diversos nombramientos han provocado una actividad frenética en el grupo que comanda Patxi López. No obstante, los que llegan son igual de sanchistas o más que los que se va: ya se aseguró Sánchez cuando el PSOE elaboró las candidaturas electorales de colocar a sus fieles no solo en las posiciones de salida, sino también en las de recambio.
El goteo de bajas y altas empezó a principios de septiembre, y por sorpresa. La que fuera la presidenta del Congreso la anterior legislatura, Meritxell Batet, renunció a su escaño solo tres semanas después de tomar posesión de él. Y sin mediar explicación, aunque la tenía: Junts pidió su cabeza a cambio de permitir que los socialistas mantuvieran la Presidencia del Congreso y Sánchez aceptó el veto y eligió en su lugar a la expresidenta de Baleares Francina Armengol. Aquello terminó de empujar a Batet fuera de la cámara que había presidido tres años y medio. Su escaño por Barcelona lo ocupó Ignasi Conesa.
A finales de noviembre, una vez investido Sánchez, se produjeron las salidas de Paco Salazar, diputado por Sevilla, y Antonio Hernando, por Almería. Ambos dejaron el Congreso para retomar las funciones que ya venían ejerciendo antes de las elecciones en el Gabinete del presidente en la Moncloa, como secretario general de Planificación Política y como director adjunto, respectivamente. Les sustituyeron José Losada y Juan Antonio Lorenzo. Unos días después también el director de Gabinete y jefe de ambos, Óscar López, dejó su puesto al diputado por Madrid Víctor Gutiérrez.
Ocho ministros de golpe
El aluvión se produjo una vez que echó a andar el nuevo Gobierno y quedaron constituidas las comisiones parlamentarias, con ocho ministros renunciando de golpe a sus actas. Se trata de Diana Morant, José Manuel Albares, Margarita Robles, Isabel Rodríguez, Luis Planas, Fernando Grande-Marlaska, Teresa Ribera y Pilar Alegría.
Cuando Sánchez confeccionó las listas electorales ofreció a sus ministros la posibilidad de ocupar puestos de salida. Para que, en el supuesto de que el PSOE acabara en la oposición (como vaticinaban casi todas las encuestas) tuvieran el escaño como clavo ardiendo al que agarrarse, si lo necesitaban. Solo tres rechazaron la oferta: Nadia Calviño, que ya estaba pensando en el Banco Europeo de Inversiones, y los titulares de Justicia y de Seguridad Social, Pilar Llop –jueza en excedencia– y José Luis Escrivá.
Pero, tras la investidura, Sánchez decidió mover banquillo porque no va sobrado de votos, todo lo contrario. Él tiene 121 y su socia, 26, después de la marca de los cinco de Podemos al Grupo Mixto. Y la agenda de los ministros les impide estar en muchas votaciones, de manera que mejor no tentar a la suerte. El presidente no quiere perder ninguna votación por algo así.
Éste ya hizo la misma operación la legislatura pasada. Durante este mandato solo conservarán su escaño él mismo, la vicepresidenta María Jesús Montero y los ministros Félix Bolaños y Óscar Puente.
Los diputados que han entrado por esos ocho ministros son: Víctor Camino, Zaida Cantera, Hana Jalloul, Cristina López, Alberto Mayoral, María Isabel Moreno, Javier Rodríguez Palacios y Víctor Javier Ruiz.
Ahí no acaba la lista. Los exministros Héctor Gómez y Miquel Iceta, que también fueron en las candidaturas, no han pasado ni cuatro meses de esta legislatura en la Cámara Baja. Sus respectivos nombramientos como embajador ante la ONU y embajador ante la Unesco han hecho que renuncien en favor de los nuevos diputados Esther Rodríguez y Alba Soldevilla.
Por el contrario, la exministra de Transportes, Raquel Sánchez, con la que no ha contado Sánchez para su renovado Gobierno de coalición, de momento sigue en el Congreso. Su jefe de filas no le ha atribuido nuevo cometido.
Los últimos cambios hasta la fecha se produjeron la semana pasada. Entró de refresco el diputado por Toledo Jesús Mayoral en sustitución de Milagros Tolón, que fue nombrada nueva delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha. Y también la diputada por Cáceres Emilia Almodóvar tras la marcha de Begoña García, a quien el Consejo de Ministros del 12 de diciembre designó secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación.
De momento son 16 y los nombramientos no han terminado.