Mesa por los presos instalada en la localidad guipuzcoana de Hernani
Decenas de localidades vascas despiden el año homenajeando a los terroristas de ETA
Más de un tercio de los presos etarras disfrutan ya de la semilibertad gracias al acercamiento concedido por el Gobierno de Pedro Sánchez
Hasta trece localidades vascas ha documentado el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) que celebraron la pasada Nochevieja actos de homenaje a los etarras de cada municipio con motivo del fin de año. Esta cifra, sin embargo, es mucho mayor, dado que también se han celebrado actos a lo largo de todas las navidades. Estos actos son convocados, según explica Covite, por Sortu, principal partido de la coalición Bildu, «o su lobby afín, Sare».
La dinámica de los actos es la misma. Se sitúa una mesa a modo de cena de Nochevieja en la calle y se dejan sillas vacías donde se coloca la foto de los etarras vecinos de cada localidad.
Una de las localidades más significativas por el número de vecinos que tiene en las cárceles vascas por su pertenencia a ETA es Hernani. «Hoy habrá 10 sillas vacías. ¡Os queremos'» dice la pancarta que las juventudes de Sortu colocaron en la plaza de la localidad.
Incluso el mismísimo Ayuntamiento de Ondarroa (Vizcaya), bajo la batuta de Bildu, convocó sin tapujos una concentración de recuerdo a los presos de ETA, a los que denomina «presos políticos».Semilibertad
Estos homenajes a los presos continúan celebrándose a pesar de que cada vez son menos los etarras que permanecen en la cárcel. Y esto se produce no solo porque vayan cumpliendo las condenas, sino porque cada vez son más los terceros grados, es decir, la semilibertad, que concede el Gobierno vasco desde que Pedro Sánchez les transfirió las competencias en política penitenciaria y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, a través de Instituciones Penitenciarias, accedió al traslado de todos los etarras a las cárceles vascas.
Así, a lo largo de 2023, el Gobierno vasco ha concedido 61 terceros grados que han beneficiado a 51 etarras. Esa diferencia se debe a que diez de los terroristas vieron revocado su tercer grado y el Gobierno de Íñigo Urkullu ha tenido que concederles el beneficio por segunda vez.
De esta forma, de los 140 presos etarras que existen actualmente en las cárceles, más de un tercio han visto cómo ya viven en semilibertad y solo tienen que acudir a prisión para dormir.
