No dan tregua
Los secesionistas exhiben su obsesión por la Constitución durante la aprobación del nuevo artículo 49
El PNV, Bildu, Junts y ERC recuerdan a Sánchez que toca abordar el debate de la «plurinacionalidad». El PP recibe críticas de Vox y del PSOE: unos por pactar y otros por hacerlo tarde
Ni siquiera en un día como este jueves el pleno del Congreso tuvo la fiesta en paz. Ni siquiera con motivo de la aprobación de la reforma del artículo 49 de la Constitución, para desterrar el término «disminuidos» de la Carta Magna y cambiarlo por «personas con discapacidad». Y ni siquiera en presencia de los representantes del CERMI y del resto de los miembros de la Plataforma del Tercer Sector -impulsores de la iniciativa-, que asistieron a la sesión desde la tribuna.
El debate definitivo de la reforma del artículo 49 no estuvo exento de polémica. Por las obsesiones que el PNV, Junts, ERC y Compromís volvieron a exhibir sobre la tribuna. Pero también por los reproches del PSOE y Vox -el único partido que votó en contra- al PP y por el intento de Pedro Sánchez de rentabilizar el acuerdo con Alberto Núñez Feijóo.
De hecho, el presidente del Gobierno tomó la palabra al final del debate, por sorpresa, para enviar un mensaje al líder de la oposición. «Todos ganamos cuando somos capaces de acordar en aras del interés general (…). Tenemos la extraordinaria oportunidad de acordar para mejorar la vida de la gente. Existen otras muchas reformas en las que los ciudadanos y las ciudadanas están esperando que lleguemos a acuerdos», señaló.
No obstante, el presidente cumplió su pacto con el líder del PP. Un día antes, la Mesa del Congreso, con el voto de socialistas y populares, impidió que llegaran a este debate todas las enmiendas presentadas a esta modificación puntual que nada tenían que ver con el artículo 49. Casi todas ellas presentadas por el PNV para ampliar la reforma de la Constitución e incluir en ella el derecho a decidir, eliminar el artículo 155, suprimir la alusión a la «indisoluble unidad de la nación española» del artículo 2 o limitar la inviolabilidad del Rey, entre otras cuestiones. Y dos de Sumar.
El veto de sus 11 enmiendas enervó al PNV, cuyo portavoz salió al atril y denunció que a su grupo le habían puesto una «mordaza». «Esto ha sido un atropello antidemocrático para con el grupo parlamentario del PNV y Sumar. Lo que más descalifica a una democracia es no dejar hablar», denunció el diputado Mikel Legarda.
Por parte de Bildu, Mertxe Aizpurua afirmó, en tono amenazante: «Un Estado que no es capaz de reformar su Constitución y adaptarse a los cambios tiene un problema de primera magnitud (…). Es necesario abordar el debate de la plurinacionalidad». Desde Junts, la diputada Marta Madrenas añadió: «La Constitución no nos representa y es perentorio que se pueda modificar». Y, por parte de ERC, remató Francesc-Marc Álvaro: «El PP y el PSOE tienen pánico a la democracia, a tocar una Constitución que en muchos aspectos es anacrónica».
El PSOE y Vox cargan contra el PP
A su pesar, el PP se convirtió en el protagonista del debate, porque recibió críticas del PSOE y de Vox. El diputado socialista Luis Carlos Sahuquillo recriminó a los populares su tardanza en avenirse a este pacto, pero obvió el motivo: no fue hasta diciembre cuando Sánchez dio garantías a Feijóo de que la reforma se circunscribiría al texto pactado entre el PSOE y PP, sin admitir enmiendas no acordadas y sin referéndum posterior a su aprobación.
«Nos congratulamos de su cambio de opinión -señaló-, pero al final de este pleno ustedes y Vox seguirán machacando a las personas con discapacidad en sus territorios» afirmó Sahuquillo. «El presidente Sánchez, su Gobierno y el PSOE siempre, siempre, siempre lo tuvimos claro», añadió.
Vox dio la sorpresa de la mañana al cambiar su abstención del martes (cuando se votó la toma en consideración de esta reforma) por el voto en contra en el pleno definitivo de este jueves. La diputada Lourdes Méndez cargó contra el PP, al que acusó de «incoherencia y vileza» por acordar esta modificación de la Carta Magna con Sánchez.
Méndez utilizó argumentos que los propios populares utilizaron en la legislatura pasada, a través de una enmienda a la totalidad que presentaron entonces, para oponerse a la reforma hoy aprobada. Como éste: «Si se abre el edificio constitucional a una reforma puntual, puede abocar a intentos de voladura de toda la arquitectura».
La diputada popular Ana Alós eludió la refriega con ambos. «En un día como hoy, el PSOE y Vox han venido a criticar al PP. Háganselo mirar», destacó. Alós definió esta reforma como «de justicia y dignidad» y reprochó al PNV que haya intentado «colar enmiendas» que nada tenían que ver.
Al término de la votación, fuera del hemiciclo, Feijóo se felicitó por el resultado de este primer, y de momento único, acuerdo con el PSOE. «La buena política es algo parecido a lo que acabamos de hacer. Ha sido fruto de un pacto en el que las partes han negociado, han consensuado, han sometido el texto a los informes preceptivos -de una forma muy especial, al Consejo de Estado- y ha habido respeto entre las partes», destacó. «El pacto se ha cumplido literalmente», concluyó.