Koldo disparó sus llamadas con Ábalos por WhatsApp en los meses clave de la investigación a la trama de las mordidas

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detectó que las llamadas entre el exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García se dispararon durante los meses clave de la investigación a la trama de las mordidas. Estas llamadas se llevaron a cabo mediante la aplicación de mensajería WhatsApp, motivo por el que sólo pudieron ser detectadas pero no escuchadas. Los meses en los que las conversaciones entre Ábalos y Koldo aumentaron coinciden en el tiempo con las fechas en las que los miembros de la red se comunicaban para ver cómo escondían las comisiones ilegales.

Tal y como ha podido saber El Debate en exclusiva, los investigadores encontraron decenas de llamadas efectuadas desde el teléfono móvil de Koldo hacia el terminal personal de Ábalos. A diferencia de la forma en que el cabecilla de la ‘operación Delorme’ se comunicaba con otros miembros de la trama, que eran en su mayoría empresarios, las conversaciones con el exministro siempre se llevaban a cabo mediante llamadas de WhatsApp. Este tipo de llamadas no son captadas por los sistemas de escucha tradicionales con los que cuentan los agentes.

Koldo y Ábalos se comunicaban de esta forma, según los investigadores, «pudiendo el primero de ellos ser consciente de que estaba siendo investigado». Esta conclusión de los agentes coincide con los mensajes intervenidos al asesor del exministro. El mayor flujo de comunicaciones entre ambos se interceptó a finales de 2023. El grupo de la UCO encargado del caso descubrió este hecho horas después de que Koldo fuera arrestado. Tras detenerle se le requisó su teléfono y fue durante el análisis del terminal cuando se descubrieron las llamadas con Ábalos.

Entre los chats que los investigadores han dado parte al juez de la Audiencia Nacional que investiga el escándalo, el magistrado Ismael Moreno, figura uno del pasado 3 de febrero entre Koldo y el empresario Rogelio Pujalte en el que apuntan a que alguien pudo avisar al asesor de Ábalos de que estaba siendo investigado. La conversación entre ambos fue explicada así por los agentes a Su Señoría en un informe: «Rogelio avisa a Koldo de que no utilice sus dispositivos móviles la aplicación de mensajería instantánea Telegram». Koldo respondió: «No se preocupe, lo sé todo».

El auto judicial dictado por el juez Moreno sostiene que Koldo afirma que sabe «que están, cómo están y cuándo le están investigando». Ante esto, el empresario sostuvo: «Yo cuando me dicen de ti, pues lo primero que hago es ponerme en contacto». Para los agentes de la UCO esta conversación demuestra que «Rogelio está avisando a Koldo de que está siendo objeto de una investigación». Tal y como figura en las transferencias bancarias de la trama, este empresario se benefició con al menos 100.000 euros de fondos procedentes de comisiones ilegales.

Una orden del ministro

En estos momentos, uno de los testimonios judiciales que más importancia están teniendo es la declaración que prestó Alfonso Jiménez Palacios, exdirector del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). Su declaración, de abril de 2022, confirma la presencia de Koldo en la adjudicación que el exminsitro Salvador Illa hizo a la empresa Soluciones de Gestión SL, en el epicentro de la trama.

El Ingesa fue el organismo que canalizó de manera centralizada desde el Ministerio de Sanidad durante los peores meses de la pandemia del coronavirus las compras masivas de material sanitario. Jiménez Palacios, hoy funcionario jubilado, declaró ante el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid que Illa dictó una orden ministerial para que se escogiera a esa compañía en concreto.

«Muchos organismos, que fue el equipo que se dedicó a localizar a los proveedores y luego me pasaban a mí la propuesta, en muchos casos ya con la factura proforma correspondiente, y yo ponía en marcha todo el procedimiento administrativo de compra como, por ejemplo, la memoria justificativa», afirmó. Ante estas explicaciones la juez Concepción Jerez le preguntó: «¿O sea que son otras personas las que eligen al vendedor?». Su respuesta fue: «Las que lo buscan y me lo proponen. Obviamente, el que lo firmo soy yo. No es que quiera quitarme responsabilidades, en absoluto».

La existencia de personas totalmente ajenas a Sanidad que tuvieran poder de decisión llamó la atención de la juez, que siguió preguntando en ese sentido. «Quiero decir, que a usted le dicen: «Hay éste y éste, elija el que quiera». ¿O sólo le dan uno porque no hay más?», siguió. «En muchas ocasiones me dan uno y a un precio», respondió el funcionario.