Consejo Fiscal
García Ortiz premia con una Jefatura al fiscal de la AN que eliminó el terrorismo de Tsunami tras las elecciones del 23-J
El titular del Ministerio Público ha confirmado a Miguel Ángel Carballo, ex teniente fiscal de la Audiencia Nacional, como el nuevo jefe de la Fiscalía de Ciudad Real
Miguel Ángel Carballo ((1964) saltaba a la actualidad informativa como el fiscal que –junto con Jesús Alonso, máximo responsable de la Audiencia Nacional– rectificó el criterio del Ministerio Público en la investigación de la causa de Tsunami Democràtic abierta contra Carles Puigdemont por terrorismo, y que ya asumió en el Supremo por la condición de aforado del ex presidente de la Generalitat. Ahora, el fiscal general del Estado ha premiado los servicios prestados por Carballo y le ha elegido para ocupar la Jefatura de la Fiscalía de Ciudad Real, una plaza a la que aspiraba desde que dejó de ser teniente fiscal de la AN, durante el mandato de Dolores Delgado que fue quien no le relevó en el cargo.
Desde que se conociesen los resultados de las pasadas elecciones generales del 23-J, todos y cada uno de los escritos de Carballo se han ido apartando de las conclusiones iniciales de la Fiscalía, que sí apuntó al terrorismo, de acuerdo con las pesquisas recogidas en los informes de la Guardia Civil sobre la plataforma separatista. Una posición contraria, además, a las razones planteadas por el magistrado instructor del caso, Manuel García-Castellón, para señalar al ex presidente catalán como cabecilla de una organización cuyo objetivo era, según apuntan los indicios y recoge el juez en sus autos, «subvertir el orden constitucional».
El fiscal que ha trabajado, a destajo, para desmontar la acusación en la fase preliminar de la causa llegaba a su puesto en 2006 procedente de la Audiencia Provincial de Ciudad Real donde tras la designación formalizada ayer en el Consejo Fiscal, y como avanzó este diario, volverá como fiscal jefe. La elección de Carballo ha contado con seis votos a favor –los de los tres miembros no matos del órgano: el propio García Ortiz, el de la teniente fiscal y el de la inspectora; los dos de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y uno de la Asociación mayoritaria (AF) a la que pertenece– frente a cinco en contra, de cinco de los seis vocales de la AF.
«Castigo» en la vacante de Menores
También el puesto de Jefe de la Unidad Coordinadora de la Fiscalía de Menores ha estado en el centro de la polémica, tras haber sido anulado, hasta en dos ocasiones por la Sala Tercera del Supremo, el candidato propuesto para la anterior elección de la plaza. En este caso, García Ortiz ha apostado por designar a la candidata de la UPF –la fiscal Teresa Gisbert, que hasta ahora era la superior del Ministerio Público en la Comunidad Valenciana– frente al otro aspirante, José Miguel de la Rosa.
Aunque De la Rosa era el mejor posicionado para asumir las responsabilidades asociadas al cargo, «por méritos objetivos, trayectoria, antigüedad y experiencia específica en la materia», ha terminado pagando el precio de tumbar «dos veces en el Supremo» la elección del fiscal Esteban Rincón, en los intentos previos. Cabe recordar que De la Rosa, de la Asociación mayoritaria de Fiscales (AF), es una «eminencia con más de 100 publicaciones a sus espaldas en la materia», según palabras de sus propios compañeros.
«Una cacicada tras otra»
Sin embargo, esta decisión de Álvaro García Ortiz no ha sido la única polémica suscitada en el seno del Consejo Fiscal de este jueves, al hilo de su política de nombramientos. El criterio del fiscal general del Estado «gravemente comprometido» tras la decisión del Supremo de anular –por su «desviación de poder» al hacerlo– la designación de su predecesora en el cargo, Dolores Delgado, como fiscal togada de lo Militar del Alto Tribunal, no ha hecho más que «agrandarse» en el tiempo desde que llegase a su puesto.
Una vez más, «sin motivación distinta» que «el criterio personal de García Ortiz» se han ido sucediendo las elecciones para algunas de las vacantes pendientes de cubrirse, apuntan fuentes de toda solvencia a EL DEBATE. Así las cosas, «resulta muy llamativo» que el teniente fiscal de Albacete Juan Fernando Martín, que solicitaba la Jefatura Provincial, «con más de 33 años de profesión y el número 510 del escalafón», haya quedado por detrás del candidato finalmente elegido para el cargo, Faustino García, «con poco más de 14 años de experiencia y en el número 1705» del ranking de la Carrera.
El patrón se ha repetido en el caso de la Inspección Fiscal, para una plaza en cuya designación «no se ha abstenido la titular del Departamento pese a quedar comprometida por un interés manifiesto» y que ha recaído en la aspirante «más moderna» de los que concurrían.
Pero, también, en sendas plazas en Vigo, donde «más de quince años de experiencia» separan a la candidata «más cualificada para el puesto», Natividad Gurriadán (536), frente al elegido para ocuparlo, Vladimir Vallejo (1472). O, en La Coruña, donde los 33 años de trayectoria que avalaban a Luis Anguita no han podido con los 19 que respaldaban al elegido para el cargo, el fiscal Miguel Armenteros.
«Una cacicada tras otra», el titular del Ministerio Público, ha ido eligiendo para las vacantes más recientes a los fiscales más afines, incluso, aunque en algunos casos los criterios de «mérito y capacidad» hayan quedado «completamente olvidados» en favor de un nuevo planteamiento: «la juventud». Una tendencia iniciada por Delgado para consolidar un dudoso récord de «colocaciones sin baremos, ni antigüedad» que responde a «meras simpatías», denuncian varios fiscales, en el seno de la institución. Tan sólo en el caso de la Junta de fiscales de Sala, ha supuesto colocar a más de una veintena de miembros de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), a la que García Ortiz perteneció en el pasado, entre los treinta y seis integrantes totales de la misma.