Valores y todo lo contrario

Hace escasos días tuvo lugar la ceremonia de entrega de los III Premios Foro España a los Valores con un extraordinario éxito de participación y público que quiso estar presente en un reconocimiento a entidades y personas cuya misión en sus vidas profesionales o académicas es alimentar sus valores para ofrecerlos a los demás como un aliento y un servicio a la solidaridad, la convivencia y por qué no, al amor entre seres humanos que debemos compartir todo lo bueno que somos capaces de dar y como dijo el Dr. Hornedo: «Solo tengo lo que he dado».

No voy a reproducir aquí los nombres y categorías de los premiados pues han sido objeto de dedicación y tratamiento en muchos medios de comunicación y audiovisuales, pero sí quiero subrayar que todos ellos han destacado por el cultivo y dedicación de aquellos valores que nos importan y que le dan sentido a la vida del ser humano ofreciendo y recibiendo aquellas pequeñas cosas que casi siempre nos hacen mejores personas.

Pero mientras celebramos ese reconocimiento al humanismo o al humanitarismo como en la ceremonia se dijo con todo el cariño y dedicación de tanta gente y en el primer café de la mañana asistimos al lamentable espectáculo de la miseria moral a la que estamos sometidos por los atropellos que unos auténticos delincuentes liderando una mafia de corruptos ladrones que además ocupan altos cargos de responsabilidad política y de gobierno hasta llegar, por qué no decirlo, a alcanzar a la pareja que habita el Palacio de la Moncloa, no podemos evitar una descomposición de todo aquello que defendemos y por lo que estamos luchando.

Claro que sobran los motivos para que los ciudadanos digamos «basta» el sábado 9 en Cibeles y clamemos con unidad ciudadana para echar a toda esa banda a la calle y alejarlos de nuestras vidas y de España. Lo hacemos y lo vamos a seguir haciendo para no dar tregua al robo, la corrupción y el latrocinio porque están humillando a la nación con sus tierras y comunidades, es decir, nos están ensuciando a todos.

La Comunidad Europea asiste con espanto al espectáculo porque, aunque sean asuntos internos de un país soberano, afecta a la dignidad y al prestigio de todos, desde el chantaje internacional de un fugitivo de la justicia hasta el derribo del Estado de derecho que es también el europeo.

Es muy triste para la población española que unos, entre los que se encuentra el Foro España Cívica estemos librando la batalla para preservar y fomentar unos valores que son básicos y nos afectan a todos, mientras otros que además tienen comprados los medios de comunicación, las instituciones y los agradecidos sueldos del poder, se dediquen a destruirlos y eliminarlos del ideario social puesto que a menos valores mayor miseria cultural y a mayor sometimiento menor capacidad de reacción.

Cuando se anula la ética, se secuestran las conciencias y las voluntades se compran en las subastas o en los mercadillos, se está esclavizando a la ciudadanía y en la historia del mundo hemos ya superado muchas esclavitudes para darle al ser humano la libertad y la igualdad ante la sociedad.

Un detonador en manos de un indocumentado tiene el riesgo de que le estalle encima, pero en manos de un delincuente, de un mercenario o de un presunto terrorista puede acabar con todos nosotros, con el país y por tanto con la convivencia y la paz social, razón por la que vuelve la protesta masiva para que todos ellos se vayan de nuestras vidas y podamos recuperar esos necesarios valores, esa imprescindible ética y todos aquellos adjetivos que conjugados equivalen a un concepto vital. La libertad.

• Mariano Gomá es presidente de Foro España Cívica