Un PSOE entregado al culto al líder fracasa en su intento de lograr una manifestación multitudinaria

La manifestación convocada este sábado en Ferraz, con la que el PSOE pretendía exhibir una oleada de adhesiones para «convencer» a Pedro Sánchez de que no renuncie el lunes como presidente del Gobierno, no ha conseguido reunir el público que el partido esperaba: 12.500 asistentes, según la Delegación del Gobierno.

A pesar de que se han trasladado a Madrid autobuses procedentes de diversos rincones de España, los asistentes apenas han ocupado el tramo de la calle Ferraz comprendido entre Quintana y Marqués de Urquijo. La convocatoria multitudinaria para aclamar a Sánchez ha fracasado.

La manifestación, en la que han ondeado muchas banderas rojas del PSOE, unas pocas nacionales y alguna que otra republicana, ha transcurrido sin apenas incidentes, aunque un joven ha sido agredido por un grupo de manifestantes. El hombre portaba una pancarta en la que se leía «Sánchez dimisión», ante lo que los socialistas allí concentrados han reaccionado con gritos de «¡fuera, fuera!» y varios de ellos le han agredido.

Reguero de halagos

Lo que sí se ha producido a lo largo de toda esta mañana lluviosa ha sido un desfile de halagos al presidente del Gobierno por parte de los dirigentes del PSOE, que han cerrado filas en torno a Sánchez y a su esposa, dirigiéndole mensajes al presidente como si estuviera ahí presente, con la única ausencia del aragonés, Javier Lambán, por razones de salud. Todas las intervenciones se han caracterizado por negar el derecho a la crítica a la oposición, los jueces o a la prensa.

La primera en intervenir en el Comité Federal del PSOE, que se ha podía seguir desde la calle a través de pantallas, ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con una defensa cerrada de Sánchez y su mujer, Begoña Gómez.

Begoña Gómez y el machismo

Montero ha llegado a sostener que las críticas a Begoña Gómez son por machismo, y no por sus negocios sospechosos de corrupción. «Begoña es una mujer moderna, profesional, independiente e inteligente«, a la que se ha tratado «destruir» desde los «sectores machistas». «No queremos que nos vuelvan a arrinconar en las casas. No queremos que se nos anule profesionalmente. No queremos que se nos utilice como diana por parte de sectores machistas que no han entendido nada de lo que significa la igualdad», ha afirmado.

La cabeza de Sánchez

Muy esperada era la intervención del ministro de Transportes, Óscar Puente, quien también se ha dirigido a Sánchez como si estuviera presente: «No puedes rendirte, no puedes entregarle a la derecha lo que buscan, la cabeza del secretario general del Partido Socialista y con ella la justicia social de este país. No puedes permitirlo, Pedro», ha trasladado el ministro.

Otra de las presencias más esperadas era la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien no ha pasado desapercibido en la jornada de hoy. A su llegada al Comité Federal, fue recibido con gritos de «fuera, fuera» y, al salir a intervenir, con leves aplausos por parte de los socialistas. «Sabemos que ha hecho una manifestación de dolor. Este es un partido que cree en la honestidad», ha expuesto un Page que ha querido mostrar su apoyo al líder del partido.

En un momento dado, a iniciativa del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, los líderes socialistas han dejado el Comité Federal y han salido a la calle para acompañar a los manifestantes. Ya fuera han coreado gritos de «Pedro se queda» y han cantado Quédate, la conocida canción del artista canario Quevedo. Finalmente, el acto ha terminado con la entonación de canciones más propias de regímenes comunistas, como La Internacional.