Punto de inflexión
El avance del caso Begoña deja malherida la campaña del PSOE
Los socialistas se conjuran para aparentar tranquilidad e intentan reconducir la contienda hacia el auge de la ultraderecha en Europa. Insisten en que el informe de la UCO exonera a Begoña Gómez
El caso Begoña ha provocado un cráter en la campaña del PSOE a las elecciones europeas, que está a punto de llegar a su ecuador. La constatación de que la mujer del presidente del Gobierno lleva desde el 22 de abril investigada por el juez instructor Juan Carlos Peinado y que Pedro Sánchez lo ha estado ocultando ha supuesto el punto de inflexión que los populares esperaban como agua de mayo. A ello se ha unido, este miércoles, el respaldo de la Audiencia Provincial de Madrid a la decisión del magistrado de investigar a Begoña Gómez, en contra de la petición de la Fiscalía.
El asunto protagonizó este miércoles la sesión de control al Gobierno en el Congreso, con Pedro Sánchez, sus vicepresidentas y sus ministros haciendo un esfuerzo titánico para intentar reconducir la campaña hacia el sitio donde la quieren: el auge de la ultraderecha, que es su leitmotiv, como lo fue el año pasado en las generales. El propio presidente aludió a la «máquina de máquina del fango» puesta en marcha por el PP «para tapar sus gobiernos de la vergüenza con Vox». «Y no lo van a conseguir ni aquí ni en Europa», añadió.
Pero todos los intentos fueron en vano. Alberto Núñez Feijóo, Cuca Gamarra, Miguel Tellado, Esther Muñoz, Cayetana Álvarez de Toledo… los populares bombardearon a la bancada del Ejecutivo con preguntas sobre la situación procesal de Begoña Gómez y sobre la responsabilidad política de Sánchez por tapar la verdad, según ellos. «La Moncloa está investigada por corrupción. Haga lo que debe hacer, acabe con esto», pidió el líder de los populares a Sánchez. Y su secretaria general preguntó a la vicepresidenta María Jesús Montero si ella o el presidente piensan «dimitir».
«No han caso», insisten los socialistas
Los socialistas se han conjurado para aparentar absoluta tranquilidad. Es más: para aparentar que la noticia no altera lo más mínimo la campaña socialista, cuando es evidente que sí la ha alterado. Sánchez incluso subió la apuesta en su intervención parlamentaria y la terminó con un: «Les diré una cosa a usted -a Feijóo- y a sus socios de la ultraderecha: el 9 de junio volverán a perder las elecciones». Aun cuando todas las encuestas, salvo el CIS, sitúan al PP por delante.
En el PSOE siguen sin moverse un ápice de lo que que han venido sosteniendo desde el juez Peinado abrió diligencias previas: «No hay caso», reiteran desde el equipo del presidente. Aluden al informe de la UCO que publicó la semana pasada parcialmente El País y, según el cual, no hay tráfico de influencias en las actividades Gómez. También recuerdan que no ha sido llamada a declarar y, por tanto, no está imputada. «Si la campaña del PP es esto…», añaden con sorna.
A la salida del hemiciclo, la vicepresidenta Montero se quejó: «Ya está bien de esta máquina del fango, de intentar con denuncias falsas que trascienda estas cuestiones en las sesiones de control al Gobierno, que nada tienen que ver con las preocupaciones de los ciudadanos». Tampoco se dijo preocupado el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán: «¿Preocupados? Preocupados estamos por la deriva del PP, de la máquina del fango y de mentir, mentir y mentir», afirmó.
Ahora la gran pregunta es si el PP adelantará la declaración de Sánchez en la comisión de investigación del Senado, que, inicialmente, los populares tenían previsto fijar para después de las elecciones europeas del 9 de mayo. En principio, y según ha podido saber El Debate, el plan se mantendrá y la semana que viene no comparecerá Sánchez, sino los presidentes del Congreso y de ADIF, Francina Armengol y Ángel Contreras.
No obstante, este jueves por la tarde se reunirán la mesa de la comisión de investigación y la comisión en sí, para votar el listado de nuevos comparecientes y establecer el calendario de las próximas comparecencias. Así que ahí el PP mostrará sus cartas.
Desde el PP insisten en que el caso es de una gravedad extrema. No solo por la imputación de Begoña Gómez en sí, cuyo recorrido no se atreven a pronosticar, sino por las mentiras y evasivas -según ellos- de Sánchez durante más de un mes, todas las veces que se le ha preguntado al respecto.
También, el miércoles pasado en el Congreso. Allí, Feijóo le preguntó expresamente: «Le consta si su mujer tiene la condición de investigada en un juzgado de Madrid o no? Han salido informaciones contradictorias y seguro que usted me lo puede explicar», le pidió. Pero el presidente no contestó.