La juez prorroga una vez más el caso Esther López para corroborar los informes periciales
Llama a declarar a tres agentes de la Guardia Civil el próximo 6 de septiembre
Lleva más de dos años siendo el único sospechoso de la muerte de Esther López, la joven que murió el 13 de enero de 2022 atropellada después de haber estado con unos amigos en la localidad vallisoletana de Traspinedo.
Sobre él recaen todas las pruebas, que no apuntan hacia ninguna otra persona, e, incluso las pruebas periciales de la Guardia Civil.
Sin embargo, ni aún así, la jueza de Valladolid que lleva el caso termina de estar convencida y este martes ha ampliado por seis meses más la instrucción del caso.
En un auto, que ya ha sido notificado a las partes, la magistrada explica que «en el presente caso procede ampliar el plazo de instrucción por tiempo de seis meses, toda vez que falta por practicar la diligencia de ratificación de los informes periciales aportados, diligencia de investigación de la que se podría derivar la necesidad de practicar otras nuevas determinantes para la correcta calificación jurídico penal de los hechos objeto de investigación».
Hace un par de semanas, la misma instructora, a través de una providencia, aceptó la petición del Ministerio Público para que se tome declaración a los cuatro peritos que han elaborado los informes aportados recientemente por la defensa del único investigado, Óscar S.M, en los que descartan que su turismo Volkswagen T-Roc estuviera implicado en el atropello mortal a la joven y también rechazan cualquier manipulación en su centralita.
La providencia de la instructora acordaba también la declaración de tres agentes del grupo GATO de la Guardia Civil y de un perito de SEADA, declaraciones que se celebrarán el día 6 de septiembre.
Los informes periciales
Un atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid sobre la desaparición y muerte de Esther López avalaba la hipótesis de la autoría del crimen por parte de Óscar S.M, fruto de un «arrebato en caliente» tras una discusión de origen desconocido.
En dicho informe se volvía a reiterar que la causa de la muerte fue el atropello por un turismo a velocidad media o baja cuando la víctima se hallaba de espaldas, con la confluencia de otros factores como la intoxicación etílica, el consumo de cocaína y la hipotermia, y que la mujer no murió en el acto sino que podía haber sobrevivido en caso de haber recibido cuidados paliativos, «con lo que pudo vulnerarse su derecho a la atención personal y asistencia sanitaria paliativa».
«En definitiva, Esther quedó como consecuencia del atropello sin posibilidades de defensa, desamparada a merced de su agresor, imposibilitada de obtener ayuda de terceras personas y sin capacidad real de oponerse», apuntaba el informe en el que se vinculaba en dicho atropello y posteriores hechos a la persona que aquella noche la llevaba en su vehículo, un Volkswagen T-Roc, tras haber pasado ambos la noche del 12 al 13 de enero de 2022 en compañía de distintos amigos en varios bares y bodegas de Traspinedo.