Cartel indicativo de la cárcel de Pamplona
El Gobierno vasco bate su récord de terceros grados a presos etarras: 32 en solo un año
En la actualidad hay 148 terroristas en prisión, 142 en España y 6 en Francia
No han pasado ni 3 años desde que el Gobierno vasco asumió las competencias en política penitenciaria en octubre de 2021 y ya ha concedido 89 terceros grados a presos de ETA. Sólo en los últimos 12 meses, ha concedido 32, siendo este el año en que más beneficios de este tipo se ha concedido.
Esta cifra resulta mucho más llamativa si se tiene en cuenta que en los tres años de Gobierno de Pedro Sánchez que mantuvo la política penitenciaria en manos del Ministerio del Interior se concedieron tan solo 27 terceros grados y tratándose del Gobierno que cedió a todos los deseos de la banda terrorista ETA y sus acólitos.
Estos datos han sido dados a conocer este martes en una rueda de prensa en San Sebastián por los portavoces de la asociación de apoyo a los presos etarras Sare, Joseba Azkarraga y Nahikari Iturbe, quienes han cifrado en 148 el número de etarras condenados que continúan encarcelados, de los cuales 142 están en prisiones del País Vasco y Navarra, y 6 en Francia.
En cuanto a la situación de Euskadi, comunidad autónoma que tiene competencias en materia penitenciaria, los portavoces de Sare han analizado la gestión política de los últimos doce meses que, a su juicio, presenta «luces y sombras».
En este contexto, Joseba Azkarraga ha opinado que los datos evidencian que aún queda un «largo recorrido para hablar de normalización penitenciaria» ya que, a su juicio, son «más de un centenar los presos que podrían estar en régimen de semilibertad o incluso libertad condicional».
«Anhelamos un rastro de humanidad»
Sin embargo, una vez conocidos estos datos de Sare, no han tardado en dar su opinión las asociaciones de víctimas del terrorismo. «¿Qué lectura harán los presos de ETA después de todos estos años de lo que hicieron? ¿Se sentirán orgullosos?», se ha preguntado la Fundación Fernando Buesa.
«Anhelamos encontrar en los presos de ETA un rastro de humanidad, una muestra de empatía, un mensaje de rectificación, un gesto de arrepentimiento. Algo que, más allá de las palabras impersonales y medidas, llegue desde la cercanía emocional, desde la honestidad y la sinceridad», han expresado desde la Fundación creada en memoria del dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA en febrero de 2000.
