La inmigración ilegal sacude la agenda política y desborda al Gobierno

La inmigración ya encabeza la lista de los principales problemas para los españoles, como reveló este miércoles el CIS. Ello al final de un verano marcado por la crisis de los menores extranjeros no acompañados hacinados en Canarias, las llegadas a nado en Ceuta y el viaje de Pedro Sánchez a Mauritania, Gambia y Senegal, desde donde dio un giro a su política migratoria: «Es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente», sostuvo en Dakar.

La crisis migratoria ha sacudido la agenda política y tiene al Gobierno desbordado. El presidente comparecerá el próximo 9 de octubre en el Congreso para hablar de ella. No a petición propia, sino forzado por la suma de votos del PP, Vox y el grupo mixto. Lo único que ha podido hacer la Moncloa es dilatar la comparecencia, y lo ha hecho. Con la ayuda de Francina Armengol. Todo con un objetivo: que en estas tres semanas el Ejecutivo alcance un acuerdo con el PP para reformar la ley de extranjería.

Los populares se mueven entre dos aguas. Por un lado, asumen que tienen que dar solución a una crisis en la que las comunidades —y la mayoría están en manos del PP— son la clave de bóveda, porque suyas son las competencias en materia de menores. Por el otro, Alberto Núñez Feijóo y los suyos consideran que el Gobierno es parte del problema, no de la solución. Por su errática política migratoria.

Reunión de Feijóo con Meloni

En este sentido, el líder de la oposición viaja este jueves a Roma para reunirse con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Feijóo quiere conocer de primera mano el plan Mattei, que está logrando rebajar en un 60 % las cifras de inmigración irregular que llega a las costas italianas, al bloquear las rutas desde Túnez y Libia a Italia. Con el consiguiente perjuicio para España, porque las rutas alternativas que están encontrando los inmigrantes (desde Mauritania, pero no solo) son hacia las costas españolas.

El plan Mattei ha sido, de algún modo, inspirador del plan de acción que Feijóo suscribió con el presidente de Canarias la semana pasada, y que apuesta por reforzar el control policial en las fronteras, la lucha contra las mafias en origen y mayor implicación de Frontex. El encuentro con Meloni se suma al que el líder de los populares mantuvo en Atenas con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

A propósito del tira y afloja sobre el artículo 35 de la ley de extranjería, el ministro Ángel Víctor Torres anunció el martes, al término de una nueva reunión de la Comisión Interministerial sobre Inmigración, que en breve volverá a sentarse con los populares. La acogida de menores inmigrantes es también un asunto que el propio Sánchez quiere abordar con los presidentes regionales —la mayoría, del PP— en las reuniones que mantendrá en la Moncloa a partir del viernes. Ese día se entrevistará con el lendakari, Imanol Pradales, y con los presidentes de Galicia y Andalucía, Alfonso Rueda y Juanma Moreno.

Cada movimiento es observado por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. La Fiscalía solicitó este miércoles al Tribunal Superior de Justicia de las islas que suspenda el protocolo que el Gobierno insular aprobó a la desesperada para ordenar la llegada de menores en patera. Según el ministerio público, perjudica a niños «en situación de desamparo patente». También se lo ha pedido el Ejecutivo central, que incluso ha solicitado un informe al Consejo de Estado sobre ese protocolo.

Pero Clavijo ya ha advertido de que lo mantendrá en vigor mientras no haya un acuerdo para cambiar la ley y que, a partir de esa modificación, las comunidades puedan ser obligadas a aceptar cupos de menores extranjeros no acompañados cuando los servicios de acogida de algún territorio estén saturados. Solo en las últimas horas, Salvamento Marítimo ha rescatado a otros 641 inmigrantes, que pretendían llegar a Canarias en 11 embarcaciones. Entre ellos hay al menos 15 niños.

Precisamente la inmigración fue el asunto que Santiago Abascal eligió para su primera pregunta del nuevo curso parlamentario a Sánchez. El líder de Vox acusó al presidente de avivar el «efecto llamada» sufragando los gastos de alojamiento y manutención de los inmigrantes que llegan en situación irregular.

«¿Qué propone usted, mandar fragatas contra los cayucos, crear crisis institucionales y democráticas con aquellos países de origen y de tránsito que están colaborando con el Gobierno de España o proponer las deportaciones masivas? No tienen propuestas. Las propuestas en materia de migración tanto de Vox como del PP son ocurrencias y es xenofobia», replicó el presidente. Pero en esta crisis es él quien debe dar las respuestas, no hacer las preguntas.