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Sánchez y Ábalos en la investidura de éste en enero de 2020 en el Congreso

Sánchez y Ábalos en la investidura de éste en enero de 2020 en el CongresoEva Ercolanese / PSOE

Sánchez protegió a Ábalos durante años y le avaló en las listas del 23-J hasta que Koldo fue detenido

Durante cuatro años despreció las denuncias e informaciones, que ya advertían de la trama en 2020

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha actuado «con contundencia», ni con «prontitud» ni con «absoluta transparencia» en el caso Koldo, como el PSOE y él mismo están asegurando estos días. Lo cierto es que Sánchez estuvo protegiendo a José Luis Ábalos durante años y solo le dejó caer hace ocho meses, cuando el pasado febrero la Guardia Civil detuvo a Koldo García Izaguirre. Cinco días después, le abrió un expediente de expulsión del partido.

Sánchez estuvo cuatro años ignorando y desoyendo las informaciones periodísticas que alertaban sobre el exministro y su asesor, la media docena de cartas que le envió a Moncloa el abogado Ramiro Grau en 2020 y la denuncia que el PP de Madrid presentó en marzo de 2022 contra Koldo García —luego ha ido ampliándola— ante la Fiscalía Anticorrupción y que, finalmente, llevó a la detención del ex asesor.

El Gobierno no ha actuado ni con contundencia ni con prontitud ni con transparencia

No obstante, el presidente del Gobierno sigue insistiendo en que ha reaccionado con rapidez: «Desde que ha habido un mínimo atisbo de corrupción se ha actuado con contundencia y determinación», afirma. Este es el mensaje con el que el Gobierno intenta evitar que la trama Koldo salpique a otros ministros o al propio presidente, pero probablemente ya sea muy tarde para marcar distancias con Ábalos.

Sánchez defendió en varias ocasiones las actuaciones de Ábalos, incluso las más sospechosas e injustificables. Así lo hizo cuando el ministro recibió en 2020 a la número dos del dictador venezolano, Delcy Rodríguez, a pesar de que tenía prohibida la entrada en territorio de la Unión Europea: «Hizo su deber» porque «evitó un incidente diplomático», remachó entonces el presidente del Gobierno.

A pesar de las denuncias y sospechas que pesaban sobre su exministro —al que él mismo cesó como titular de Transporte en julio de 2021—, Sánchez avaló que Ábalos fuera el número dos en las listas del PSOE de Valencia para las últimas elecciones generales, celebradas el 23 de julio de 2023. Y así lo interpretaba el propio Ábalos en una entrevista a La Vanguardia publicada un mes antes de los comicios: «Si voy en las listas al Congreso es porque lo ha querido Pedro Sánchez», manifestaba.

«Confianza en mi gestión»

En esa entrevista, Ábalos también se jactaba de la confianza que Sánchez tenía en él, porque cuando le cesó como ministro «me ubicaron en la comisión de Justicia, lo que creo que despejaba cualquier duda tanto de mi lealtad hacia el Gobierno como del apoyo y confianza del presidente del Gobierno a mi gestión».

En esas fechas —un mes antes de las elecciones generales— el fiscal encargado del caso Koldo ya tenía terminado su informe y se lo remitió a su jefe inmediato para su visado. Sin embargo, este informe se paralizó y no se presentó ante la Audiencia Nacional hasta septiembre, según desveló después The Objective, supuestamente para no interferir en los comicios.

La reacción del Gobierno de Sánchez no ha sido, por tanto, ni contundente ni rápida ni transparente. De hecho, en cuatro años no se ha dado ningún tipo de explicación y ni siquiera se ha respondido a las cartas del abogado que descubrió la trama.

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