Rita Maestre celebra que en el caso Errejón no «se hable de la presunción de inocencia»
Las palabras de Maestre suponen, sin ningún tipo de duda, un ataque frontal ante uno de los pilares de cualquier sociedad civilizada, tal como lo establece el artículo 24.2 de nuestra Constitución
Días después de que Íñigo Errejón dejara todos sus cargos, así como después de la polémica que se ha sucedido en torno a la figura del exdiputado de Sumar en el Congreso, solo falta por conocer el desenlace legal del caso. Con el proceso judicial ya en marcha, lo que sigue coleando son las declaraciones de su expareja, Rita Maestre, quien a través de una carta, compartida en X, relataba toda su relación con Errejón, así como las conductas de este.
A lo largo de las páginas escritas, Maestre se hacía eco de todo lo conseguido por el feminismo actual, alegando que «el feminismo ha conseguido tanto en la historia de nuestro país y en el funcionamiento de nuestro país. De hecho, en el mismo texto la portavoz de Más Mádrid llega a presumir que que ha caído a las 48 horas «un político de primera línea sin que nadie intente taparlo y sin que nadie ponga excusas ni se hable de la presunción de inocencia. Y sin que nadie quiera taparlo. Eso es lo que ha hecho el feminismo.
Sorprenden estas palabras, aún más días después, teniendo en cuenta que nos encontramos ante uno de los pilares de cualquier sociedad civilizada, así como del ordenamiento jurídico, tal como lo establece el artículo 24.2 de nuestra Constitución.
«Todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia. La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos», dice el texto.
Parece que la legitimidad de nuestra Constitución y de las leyes establecidas nunca han sido del gusto de la extrema izquierda de nuestro país, que en esta ocasión ha resaltado los valores del feminismo actual para coartar uno de los derechos fundamentales que tenemos cada uno de nosotros, la presunción de inocencia.