Vox eleva la presión sobre los barones del PP ante la reunión con el Gobierno para reformar la ley de extranjería

Este lunes, el partido de Santiago Abascal volvió a lanzar un aviso al Partido Popular ante las negociaciones para los presupuestos autonómicos: «Tienen que rectificar aquello que incumplieron». En alusión principalmente a la parte del acuerdo entre ambos partidos sobre inmigración ilegal —que provocó la salida de Vox de los gobiernos regionales—, aunque no solo.

«Vox es leal con sus compromisos, con sus votantes. El problema es que el PP es desleal con sus votantes y lo ha sido con los pactos firmados con Vox. Vox no tuvo más remedio que abandonar los gobiernos después de que el PP pactara con Sánchez el reparto de la inmigración ilegal por toda España», señaló José Antonio Fúster, el portavoz nacional, en la rueda de prensa de los lunes. «¿El PP ha rectificado? No», dijo al conocerse que el partido de Alberto Núñez Feijóo se reunirá de nuevo esta semana, el jueves, con el Gobierno central y el canario para tratar de desbloquear la reforma de la ley de extranjería. Algo, dijo, que supone «hacer muy complicado un acuerdo con Vox».

El portavoz del partido también se refirió, además de la cuestión migratoria, al problema lingüístico que se ha vivido en Baleares hace unos días, donde, como contó El Debate, el PP primero aprobó por error unas enmiendas propuestas por Vox que incluían eliminar el catalán como lengua vehicular en los colegios, y luego, para rectificar, trasladó que el Gobierno balear dictará un decreto cuando la ley se publique en el Boletín Oficial de las Islas Baleares suprimiendo esas enmiendas.

Precisamente Baleares es una de las regiones donde las negociaciones para llegar a un acuerdo para aprobar las cuentas públicas de 2025 van bien encaminadas, como indican fuentes del partido. Fue en esta comunidad donde se anunció hace unas semanas un acuerdo imprescindible previo: el del techo de gasto. Entonces, Vox se abstuvo para facilitar su aprobación ante la «disposición firme» del Ejecutivo de Marga Prohens para adoptar medidas contra la inmigración ilegal, las políticas de efecto llamada y la okupación y avanzar en otras como el plan de libre elección de lengua.

Otra región donde por el momento hay sintonía en las negociaciones es en Extremadura. Para sorpresa de muchos, porque fue la comunidad donde más complicado se antojaba formar gobierno de coalición ya desde la propia campaña electoral si algún día se daba esa posibilidad. En la Comunidad Valenciana, que hace un mes ha sido duramente golpeada por la DANA, también parecía haber avances antes de la tragedia, no obstante, ahora Vox exigirá más si cabe «unos presupuestos serios», en los que se recorten partidas «innecesarias» para destinar esos recursos a la reconstrucción de las zonas afectadas.

Desde Bambú advierten que si hay un acuerdo entre el Gobierno central y el PP para reformar la ley de extranjería de modo que permita el reparto de menores inmigrantes ilegales por el territorio nacional, como ocurrió en julio, y los barones populares acatan la orden de Génova y lo reflejan en sus presupuestos, las negociaciones, por muy bien que puedan ir en determinadas regiones, «se van al traste», como resumen fuentes del partido de Abascal.

Lo que trasladan desde la formación es que, como indicaron cuando se empezó a hablar de los presupuestos a principios de curso, no habrá una directriz única de o en todas o en ninguna, es decir, podría darse el caso de que apoyaran las cuentas en una región y en otra no, porque estudian presupuesto a presupuesto. En cualquier caso, no ven un inconveniente que se prorrogasen las cuentas del año anterior, porque se acordaron cuando Vox formaba parte de esos gobiernos.

En otras comunidades, como en Castilla y León, el desencuentro es total. Este mismo fin de semana el portavoz de Vox en la región, Juan García-Gallardo, acusaba al PP de hacer una «oposición fake» al PSOE y le recriminaba «estar de acuerdo siempre» con los socialistas en las «cuestiones políticas sustanciales», como la Agenda 2030, la inmigratoria, la de género, o la de memoria.

Ante la posibilidad de que hubiera un adelanto electoral en esta región, donde las últimas elecciones fueron en 2022 y no el año pasado como la mayoría, desde Vox aseguran que no temen en absoluto ese escenario, ni tampoco que hubiera elecciones en Murcia o en cualquier otra comunidad, sino todo lo contrario. Servirían para ver «qué es lo que la gente piensa sobre el PP, el PSOE, Vox, todos», señalan desde la formación.