Asesina a cuchilladas a su pareja y a la hija de 8 años de ella y se fuma un puro
El fiscal le pide prisión permanente revisable por el crimen de la menor y 25 años por el de su pareja
Con los dos cadáveres todavía calientes, David se fue al dormitorio que compartía con Paloma, de 48 años, buscó unos puros que habían comprado en Cuba, cogió uno, se lo encendió y se lo fumó con parsimonia. Más tranquilo llamó a su hermana para contarle lo que había hecho. Era el final de un día negro en Valladolid.
Todo comenzó por la tarde del 22 de enero de 2023: David llevó a su hijo a un partido de fútbol. Allí estuvo chillando y animando desde la banda. Cuando acabó el encuentro lo dejó en casa de su madre de la que estaba separado. Después a eso, a las 19.30, se fue a tomar algo con unos amigos a un bar de copas. Aunque está acreditado que era consumidor de cocaína, metanfetaminas y alcohol y que había pasado por centros para desintoxicarse sin éxito, esa noche no está acreditado que consumiera nada.
Como se hacía tarde, Paloma le llamó varias veces, pero David no respondió. Eran las 22.00. A las 00.00, cuando se quedó solo y vio que no tenía llaves de la casa, entonces sí llamó él a Paloma. El problema es que ella ya se había ido a la cama. Eran las 00.06 de la madrugada. La llamó cuatro veces sin éxito.
Se fue hasta el domicilio y dejó anclado el dedo en el telefonillo hasta que paloma le abrió la puerta del portal. Subió y cuando entró en el domicilio, uno de los dos cerró la puerta con llave por dentro. Fueron a la cocina, en forma de tubo, y allí tomaron una cerveza y un refresco de cola.
Todos estos detalles constan en el escrito de calificación del fiscal. En ese documento, al que ha tenido acceso El Debate, se explica: «Así las cosas, en un momento dado, se inició por motivos exactos no determinados, una fuerte discusión entre David y Paloma»; sin que ella pudiera presagiar en modo alguno el ataque, dado la confianza generada por su relación de convivencia, derivó en múltiples cuchilladas contra ella. Todas con un cuchillo metálico de 32 centímetros de longitud y 22 de hoja y con ánimo de acabar con su vida.
La mujer intento huir, pero la arrinconó y la cosió a cuchilladas. India, de 8 años, la hija de Paloma que dormía en una habitación al lado de la cocina, se despertó por el estruendo. Vio como David acuchillaba a su madre: corrió a por el teléfono de empresa de su madre que guardaba en la habitación. Lo cogió y en el salón lo desbloqueó, sabía hacerlo porque su madre le dejaba a jugar con algunas aplicaciones que tenía instaladas.
Desde el móvil llamó al 112 a pedir ayuda, pero David se percató. Se abalanzó sobre ella para quitarle el móvil. La llamada apenas duró 7 segundos y se corto. El hombre agarró el teléfono y lo arrojo por la ventana, pero antes escuchó como el 112 llamaba dos veces para intentar saber qué pasaba.
Después David acabó con la vida de India sin que ella pudiera defenderse. Con las dos muertas, acudió a por un puro a la habitación que compartía con Paloma, agarró un puro y se lo fumo. Después mandó un mensaje a su exmujer en el que le dijo que el doble crimen era culpa suya y una vez acabado llamó a su hermana para confesar. Se tiraron hablando durante una hora. Le dijo que se iba a suicidar y colgó, pero apenas se hizo unos cortes en el tórax.
El fiscal pide para David prisión permanente revisable por quitarle la vida a India y 25 años de prisión por el asesinato de Paloma. Nadie duda de que esa será su condena final.