Solo en seis países de la UE ofender los sentimientos religiosos sale gratis y España será el séptimo

El Gobierno está decidido a despenalizar los delitos de ofensas contra los sentimientos religiosos, aun cuando solo seis países de la UE no lo tienen incluido en sus respectivos códigos penales. En concreto, se trata de Croacia, Estonia, Francia, Irlanda, Suecia y la República Checa.

A raíz de la ofensa de Lalachus a los católicos durante la retransmisión de las Campanadas en TVE, y de las críticas a la cómica, el ministro Félix Bolaños reiteró el miércoles que el Ejecutivo modificará el artículo 525 del Código Penal para «garantizar la libertad de expresión y creación».

Se trata de una de las medidas incluidas en el Plan de Acción por la Democracia que el Consejo de Ministros aprobó a mediados de septiembre, un totum revolutum de reformas legales para responder al caso Begoña. De momento, ninguna de ellas está aprobada: la más avanzada está solo en fase de anteproyecto de ley, y es la reforma de la ley orgánica que regula el derecho de rectificación.

En julio, antes de que el Ejecutivo alumbrara su plan, el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia publicó un informe en el que concluía que 21 de los 27 países de la UE sancionan de alguna forma las ofensas a los sentimientos religiosos, por más que el Gobierno se escude en que esta reforma homologa a España con otros países europeos. Grecia incluso castiga la blasfemia.

En España, el artículo 525 lleva aparejadas multas de entre ocho a doce meses para quienes «públicamente» —«de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento»— vejen a los que profesan o practiquen una religión como a los que ofendan «los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa».

En Alemania y en Bulgaria, las penas por los delitos contra los sentimientos religiosos son tres veces más severas que España. También son más duras en Croacia, Chipre, Eslovaquia, Italia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía. El Código Penal español es equiparable, en dureza, a los de Austria, Bélgica, Bulgaria, Eslovenia, Finlandia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal.

Según el Observatorio, para el Gobierno socialista «los creyentes son ciudadanos de segunda con menos derechos». Y añade: «A partir de ahora va a salir completamente gratis mofarse de las personas que practican una religión. La libertad religiosa es el único derecho fundamental en el que se pone en duda la persecución de delitos contra ella».

Sus responsables han anunciado que responsabilizarán al ministro Bolaños «de las ofensas y ataques de cualquier naturaleza que se produzcan contra los creyentes», por apoyar la «inaceptable burla» de las Campanadas. Para el Observatorio, la despenalización de las ofensas religiosas es parte de la agenda gubernamental «contra la libertad religiosa».