Sumar y Podemos no dudan en mantener su respaldo a la dictadura de Maduro

Seis meses se acaban de cumplir desde la última vez que la vicepresidenta segunda, el Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pronunció por última vez en público el apellido del dictador venezolano Nicolás Maduro.

Seis meses hace que Yolanda Díaz pidió expresamente que se reconocieran los resultados electorales que daban la victoria a Nicolás Maduro, a pesar de que en ningún momento se mostraron las actas electorales y solo las palabras del propio dictador evidenciaban su victoria.

Ni tan siquiera cuando el pasado domingo, apenas unas horas después de tomar posesión, ya amenazó con «tomar las armas» para luchar contra la oposición de dentro y de fuera de Venezuela. La reprimenda que recibió por parte de Pedro Sánchez e, incluso, de sus socios de Más Madrid, tras pedir el reconocimiento del dictador, le ha hecho permanecer en silencio desde el 29 de julio.

Y eso que el que fuera su candidato para ser parlamentario europeo, Manu Pineda, y que solo el fracaso de los de Sumar le apartó del escaño, no tuvo ningún complejo en ser el único representante español en la toma de posesión de Maduro del pasado viernes.

Representación en Caracas

Bueno, el único representante español no fue, porque también estuvo presente en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo de Caracas el «asesor» y fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que le dio la mano al dictador efusivamente.

Manu Pineda pertenece a Izquierda Unida. De hecho es su secretario de Relaciones Internacionales. Y de su mano, el secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, también se ha mostrado favorable al régimen de Nicolás Maduro.

«Reiteramos nuestro apoyo inquebrantable al gobierno legítimo de Venezuela y al pueblo venezolano en su lucha por la soberanía, la paz y la justicia social», afirmó este mismo martes a través de una nota del PCE tras el ataque a varios consulados venezolanos en Europa.

Podemos

Y también los herederos de Monedero, Podemos, no han ocultado su favoritismo a las dictaduras de izquierdas. Su secretaria general, Ione Belarra, no tuvo reparos en criticar el pasado 23 de septiembre que Pedro Sánchez «no tuvo reparos en mandar un avión de las Fuerzas Armadas para recoger a un ultraderechista, violento y peligroso» en referencia al verdadero presidente electo, Edmundo González.

Y también su mano derecha, la ahora europarlamentaria, Irene Montero, aseguró que «nadie pone en cuestión que Nicolás Maduro es el presidente de Venezuela» consideró este lunes. Solo que hay algunos países que piden las actas, considera, aunque ella no las ha pedido.