
Pedro Sánchez durante su visita a China
El Gobierno se vanagloria de que el viaje de Sánchez a China «marca identidad propia»
No teme represalias de Estados Unidos porque, aseguran, que el secretario de Estado, Marco Rubio, no le reprochó nada a Albares en los dos encuentros que han mantenido últimamente
Aunque recuerdan que el viaje que ha mantenido el presidente del Gobierno a China ha sido coordinado con la Comisión Europea y en concreto con su presidenta, Ursula von der Leyen, el Ejecutivo español considera al mismo tiempo que «evidencia que la política exterior española cuenta con identidad propia», han asegurado fuentes del Gobierno de Pedro Sánchez a la agencia EFE.
Ha servido, aseguran estas fuentes, para hacer patente que España, como creen que está demostrando también en asuntos como Ucrania o Gaza, tiene una identidad propia y actúa no por seguidismo de otros, enfrentándose a quien haga falta y siempre en función de los intereses del país.
En consonancia con ello, comentan que la guerra arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump, es cosa del propio presidente estadounidense y defienden el acercamiento a China tanto de España como de la Unión Europea.
Por todo ello, el Gobierno interpreta que la visita de Sánchez ha supuesto un paso muy relevante en esa política exterior española que lanza el mensaje de que piensa por sí misma y que, tal y como dijo el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa en Pekín, no va contra nadie.Reproches del Partido Popular
No ve por tanto motivos para una polémica por el viaje que asegura que no existe y que lamenta que intente montar el Partido Popular.
En los últimos días se han sucedido declaraciones de dirigentes de esta formación en contra del viaje, y su líder, Alberto Núñez Feijóo, dijo este viernes que debería haberse pospuesto ya que consideró que no era oportuno hacerlo «en un momento de extraordinaria dificultad», al tiempo que abogó por una política internacional más unida en torno a vínculos transatlánticos entre la UE y Estados Unidos.
Asegura el Gobierno que no temen represalias al viaje por parte de Estados Unidos, aunque tan solo basan esta afirmación en que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo su primera conversación telefónica con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, el pasado 2 de abril, y coincidieron después en Bruselas en una reunión de la OTAN sin que le hiciera petición alguna al respecto.
De esta forma contraponen a las palabras del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en las que esta semana advirtió de que el alineamiento de España con China sería «como cortarse el cuello».