Retrato de 'El Cabra': piloto de narcolanchas con 15 años de experiencia y un amplio historial delictivo

El juez que lleva el caso del asesinato de los dos guardias civiles en Barbate ordenó este lunes el ingreso en prisión de los seis tripulantes de la narcolancha que pasó literalmente por encima de los agentes, causándoles la muerte. Entre esos seis individuos se encuentra el piloto de la narcolancha, Francisco Javier M. P., alias 'El Cabra', un apodo que se ganó por su temeraria forma de conducir estas embarcaciones.

Kiko 'El Cabra', de 46 años, entró muy joven en el submundo del narcotráfico. Comenzó, como otros muchos, pasando tabaco de contrabando desde Gibraltar y de ahí fue moviéndose por distintas collas, es decir, trabajando para diferentes capos, y ascendiendo de puesto. Hasta esta su última detención llevaba 15 años como piloto de narcolanchas, uno de los cargos mejor pagados en el narcotráfico. De hecho, se pueden llegar a cobrar unos 15.000 euros por viaje.

Así se compró un coche todoterreno 4x4 y dos casas en La Línea, su ciudad natal, según la agencia EFE. Una de ellas está en El Zabal, una barriada de chalés de lujo conocida como 'Villa Narco' por la cantidad de traficantes que tienen allí su residencia. El alcalde del municipio, Juan Franco, lo llama «el salvaje Oeste». La mayoría de las viviendas tienen acceso directo a la playa de La Atunara, donde se producen multitud de alijos.

'El Cabra' cuenta con antecedentes por resistencia a la autoridad, desobediencia y blanqueo de capitales, y con un amplio historial delictivo. Este pasado sábado lo detenían por tercera vez. La primera fue en marzo de 2020, por participar en unos disturbios para evitar el realojo de una treintena de ancianos en una residencia de La Línea por un brote de covid en su centro de Alcalá del Valle. La segunda, en febrero del año pasado, por huir de la Policía con 40 kilos de hachís.

Esta tercera detención se produjo en Sierra Carbonera, donde fue descubierto por la Guardia Civil escondido entre la maleza junto a dos tripulantes de la narcolancha. Después de la embestida, 'El Cabra' y sus compinches huyeron hacia Sotogrande, donde les esperaba un coche. Allí se quedaron los otros tres tripulantes, que fueron detenidos junto con los dos hombres que fueron a buscarles. Ambos han quedado en libertad con cargos.

El asesinato de los dos guardias civiles en Barbate podría ser en venganza por la muerte de otro narco hace dos semanas en Sanlúcar de Barrameda, tras otro choque entre una patrullera de la Guardia Civil y una narcolancha, en este caso en la desembocadura del río Guadalquivir, otro punto caliente del tráfico de drogas en la provincia de Cádiz. El fallecido, Marcos, era amigo de toda la vida de 'El Cabra'.