España solo posee una piscina declarada Bien de Interés Cultural y está en este pueblo de Huelva

Un pueblo de Huelva tiene el privilegio de albergar entre sus edificaciones, concretamente situada frente al Ayuntamiento, la única piscina considerada como Bien de Interés Cultural de todo el país.

En mitad del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se ubica La Laguna, nombre de la alberca que supone un importante reclamo turístico para el pueblo onubense Cañaveral de León.

Tras quedar cerrada al público por diversas circunstancias como la Covid y la fuerte sequía, este verano abrió sus puertas de nuevo a los locales y turistas para el disfrute de unos refrescantes chapuzones en la época estival.

El agua color turquesa destaca entre el blanco de las construcciones cercanas e invita a sumergirse en la balsa de agua proveniente del manantial de la Fuente Redonda, que discurre por una acequia hasta llegar a la alberca.

Desde Turismo de Aracena recalcan que «el agua de La Laguna nace de la popular Fuente Redonda, una singular hontana a pie de calle que encauza el manantial que emana en pleno corazón del pueblo». Y añaden: «Desde ahí, a través de la calle del Pantano por una acequia, el agua limpia y pura proveniente de las entrañas de la Sierra de Aracena va a parar a la alberca de La Laguna».

Cabe destacar que esta pileta fue puesta en marcha con el fin de servir para el regadío. Sin embargo, en verano también se transforma en una piscina de lo más peculiar, que consigue atraer a curiosos para conocer el estanque de aguas manantiales.

La piscina «forma parte de la Cultura del Agua del municipio y es la principal seña de identidad de los cañeteros», tal y como apuntan desde el Ayuntamiento de Cañaveral de León en su página web. En la misma línea, indican que las tinajas que hoy decoran el borde de la alberca fueron instaladas a principios del siglo XXI.

El baño en La Laguna es totalmente gratuito y sus 862 metros cuadrados han recibido este verano a multitud de valientes que se han atrevido a probar las frías aguas que resguarda la piscina reconstruida en los años 60 del siglo XX. La Laguna se ha consolidado así, un año más, como una atracción muy apetecible para los días más calurosos del verano.