Las pérdidas siguen aumentando, a medida que se incrementan las ovejas dañadas
Huelva
El ataque de perros salvajes deja más de 100 ovejas muertas en Zalamea la Real
Los ganaderos han denunciado la situación ante la Guardia Civil
Más de un centenar de ovejas han muerto a manos del ataque de perros salvajes que campan a sus anchas por el territorio onubense. Los ganaderos, que piden colaboración ciudadana para dar caza a estos canes que asaltan a los animales siempre por la noche, han trasladado la situación al Instituto Armado.
La protección de los rebaños está pasando a ser una tarea de lo más compleja para los trabajadores de Zalamea la Real que se sienten indefensos ante los daños que los perros provocan en las ovejas. Algunos de ellos han llegado incluso a colocar cámaras de seguridad para observar el escenario, percatándose de la presencia de los feroces canes.
«No es lo económico, si no lo que sufren los animales. Las devoran, le echan las tripas afuera. Eso da pánico», declara José Manuel Alcaide, ganadero del municipio a Canal Sur. El testimonio de Antonio Rodríguez, trabajador del mismo sector, apunta que «son varios perros». Y añade: «Por un lado hay dos o tres. Por otro lado, hay dos o tres. Hay por lo menos tres grupos».
Las pérdidas siguen aumentando, a medida que se incrementan las ovejas dañadas. Uno de los ganaderos del pueblo ha perdido más de 35 ejemplares y él mismo se encarga de intentar salvar a los animales heridos, suministrándoles antibiótico y cuidados. El ciudadano está desesperado y ha pedido colaboración ciudadana para dar con los perros.
La situación se torna cada día más compleja, ya que los propios empleados no saben cómo parar estos ataques que están reduciendo considerablemente sus rebaños. Los vecinos piden que los hechos se investiguen, ya que aunque son conscientes de que el ataque es llevado a cabo por perros, señalan que atraparlos es una tarea muy difícil.
El testimonio de un veterinario al medio citado evidencia que el ataque está producido por canes, en lugar de por lobos. «El perro tiene un patrón totalmente desordenado, ataca de forma desordenada. El lobo, sin embargo, ataca en manada y de forma ordenada y siempre el ataque es el cuello. Esa es la principal diferencia entre uno y otro».
