El monumento granadino que se ha convertido en el protagonista de la ciudad de chocolate de Estepa

quedan más de dos meses para que llegue la Navidad, pero las fábricas del municipio sevillano de Estepa ya han comenzado a preparar los mantecados y polvorones de las próximas fiestas. Además, el Museo del Mantecado de la empresa La Estepeña, una de las grandes compañías del dulce español que nació en 1858, ya ha recreado en su Ciudad del Chocolate, el monumento representativo de este 2024, como viene haciendo desde hace 16 años. Este año está dedicado a uno de los lugares más emblemáticos de España: La Alhambra.

Los artesanos han necesitado más 2.000 horas de trabajo y dos toneladas de chocolate negro, chocolate con leche y chocolate blanco, además de almendras y caramelo, para construir un molde que cuenta con una superficie de 50 metros cuadrados. En la Alhambra de chocolate más grande del mundo también se representan el Patio de los Arrayanes, el Patio de los Leones y los jardines del Generalife o la Torre de Comares.

El pasado lunes 14 de octubre, el gerente de La Estepeña, Marcos Galván, inauguró esta obra junto al alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz, y la regidora de Granada, Marifrán Carazo. Galván explicó en este acto que «la elección de la Alhambra de Granada resalta no solo su belleza arquitectónica, sino también su importancia como símbolo del legado andalusí».

La empresa La Estepeña ha dedicado más de ocho meses de trabajo, desde enero hasta octubre, para construir este monumento, haciéndolo todo de manera manual y artesanal. Esta Alhambra de chocolate podrá visitarse hasta el próximo 6 de enero, en el número 3 de la calle Almendra del municipio sevillano, en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas. Además, no se necesita hacer ningún tipo de reserva, salvo las personas que vayan en grupos muy numerosos.

Una de las tradiciones más esperadas

El proyecto de la Ciudad de Chocolate se ha convertido en una tradición esperada año tras año, en la que los visitantes pueden disfrutar de impresionantes esculturas que rinden homenaje a monumentos y figuras clave de la historia y el patrimonio cultural internacional a base de kilos de cacao y el tesón de sus maestros chocolateros. Galván ha explicado que primero se hacen los moldes de cada parte en positivo y, después se saca el negativo en plástico y el positivo en chocolate. Finalmente, se van uniendo los diferentes elementos con chocolate líquido hasta formar la escena.

El año pasado La Estepeña reprodujo el traslado de Nuestra Señora del Rocío desde su ermita a su pueblo año, un momento muy importante para la localidad onubense que se da una vez cada siete años.