Detienen a otros dos tripulantes de la narcolancha que mató a dos guardias civiles en Barbate
Queda por localizar a una cuarta persona, después de que en septiembre fuera arrestado Karim El Baqqali, al que el juez decretó prisión por presunto delito de asesinato
La Guardia Civil detiene siete meses después al asesino de los guardias civiles de Barbate
La Guardia Civil ha detenido este viernes en la provincia de Cádiz a dos marroquíes como supuestos responsables de la muerte, el pasado 9 de febrero, de dos guardias civiles cuya embarcación fue embestida por la narcolancha ocupada por estos sujetos.
Los detenidos acompañaban en la embarcación a Karim El Baqqali, que ya había sido arrestado con anterioridad. Fuentes de la Benemérita aseguran que quedaría por localizar a un cuarto ocupante más.
Los arrestados se ocultaron tras lo sucedido en Barbate en Marruecos, a donde habían huido, pero decidieron regresar a España para facilitar su captura, como ya hizo en septiembre el piloto de la embarcación.
Vuelta a España
Tras refugiarse en el país vecino, el cerco de la investigación, así como las amenazas de las mafias del Estrecho, que les acusaban de que una mayor presión policial en la zona había provocado que tuvieran que reducir su actividad, les llevó a regresar a tierras españolas.
Si bien se sabe que Karim El Baqqali, de 32 años, pilotaba la embarcación que acabó con la vida de Miguel Ángel González y David Pérez, los tres, junto con la otra persona que continúa en búsqueda, trabajarían para la organización de Abdellah E.M, conocido como Puspus, encargada de transportar alijos entre la Península y Marruecos.
Giro en la investigación
La investigación cambió totalmente de rumbo el pasado mes de mayo. Hasta el momento, la Guardia Civil había centrado su pesquisas en las seis personas que habían sido detenidas pocas horas después de lo sucedido aquella fatídica noche, y cuyo líder era otro narcotraficante de la zona, Kiko 'El Cabra'. Un vídeo lo cambió todo, y poco después, todos ellos fueron puestos en libertad pero, siguiendo sus propias declaraciones, en las que ya se citaron «a un tal Karim», las indagaciones condujeron hasta Marruecos.
Posteriormente, la identificación de otra embarcación, una narcolancha interceptada en Huelva, permitió analizar las marcas de su casco, las cuales resultaron compatibles con la que había embestido a los agentes. En su interior se encontraron restos de algunos objetos que fueron clave para poder dar con la identidad de sus anteriores tripulantes.
Si bien el piloto de la misma, una vez resultó apresado siete meses después, reconoció los hechos, pero dijo que fue un accidente, en sus declaraciones había aportado el nombre de las tres personas que le acompañaban en la acción, aunque la UCO ya los tenía identificados.