Granada
Juana Rivas solicita la escucha en sede judicial de su hijo menor para no devolverlo a su padre
La Justicia italiana reclama a Rivas que haga regresar a su hijo menor a Italia con Arcuri, que tiene la custodia, tras finalizar el permiso de visita en España
La Justicia italiana ha obligado a Juana Rivas a devolver a su hijo menor a su padre, el italiano Francesco Arcuri, que tiene la custodia, dado que el permiso de visita del niño en España acabó el pasado 2 de enero. Como respuesta, Rivas se ha personado este martes en el Juzgado de Primera Instancia número 10 de Granada para solicitar medidas cautelares del hijo menor y evitar que vuelva a Italia con su progenitor.
La Corte de Apelación de Cagliari, el equivalente italiano a una audiencia provincial, ha notificado este martes a Juana Rivas la obligación de que el menor, que tiene ahora 10 años, vuelva a casa con su padre antes de este miércoles.
La Justicia italiana ha respondido así a la petición de Rivas para que el menor permanezca en España por entender que se encuentra «en una situación de grave riesgo», en alusión al escrito de procesamiento de la Fiscalía de Cagliari contra Arcuri por presunto maltrato a sus hijos.
El equipo jurídico de Rivas también cursó una denuncia ante la jurisdicción penal italiana por amenazas y coacciones al menor, que al llegar a España relató que su padre «le obliga a mentir sobre el maltrato que sufre» y declarar a su favor en el procedimiento italiano.
En este contexto, el despacho de Aránguez Abogados, que representa a Rivas, solicitó el pasado 26 de diciembre medidas cautelares de protección del menor ante el Juzgado de Primera Instancia 10 de Granada, sin que de momento hayan recibido respuesta, por lo que la propia Rivas se ha personado este martes ante dicha instancia para solicitar una comparecencia urgente y la escucha del menor por parte de la jueza para una resolución urgente sobre el caso.
En los últimos días, Rivas también ha denunciado a Arcuri por enviarle varios mensajes «intimidatorios» y por un «constante acoso telefónico» con más de 40 llamadas en una semana que, según su equipo jurídico, constituyen un delito de violencia de género por amenazas leves y acoso telefónico.
Condenada por secuestro
Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores por desaparecer con sus hijos, en el verano de 2017, para evitar que volvieran con su expareja, al que denunció por maltrato.
El Tribunal Supremo estimó parcialmente el recurso de esta vecina de Maracena y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito.
Juana Rivas recibió un indulto parcial por el que el Supremo conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la Justicia italiana. Esa medida de gracia a Rivas se anularía ante la comisión de un delito como no entregar al menor de los hijos a su padre, que tiene la custodia.