El puerto deportivo de Chipiona, escenario de un aluvión de robos bajo la sospecha del narcotráfico

El puerto de Chipiona se ha convertido este año en el epicentro de los saqueos náuticos; según los dueños, estos podrían estar llevándose a cabo por organizaciones relacionadas con el narcotráfico. Por ello, las personas que dejan sus barcos atracados en el lugar exigen más vigilancia en las instalaciones.

Los propietarios de las embarcaciones ubicadas en el puerto deportivo de la localidad gaditana se encuentran ante una situación insólita. Viven con el gran temor de llegar al recinto y no localizar sus posesiones náuticas. Son 20 los barcos que han sido robados, desapareciendo de la noche a la mañana. Cabe mencionar que del total, únicamente se han recuperado dos.

Bajo esta ola de robos planea una sombra. Los dueños de estas propiedades marítimas creen firmemente que el narcotráfico se encuentra estrechamente relacionado con estas desapariciones. Estas sospechas parten del hecho de que las embarcaciones que se roban son todas de características similares.

«Vienen buscando un modelo de barco con popa abierta, motores grandes…», ha aclarado José Jarana, del Club de Actividades Náuticas de Chipiona, a Canal Sur. Del mismo modo, ha añadido que las embarcaciones más sustraídas son las neumáticas con un motor de gran potencia, asegurando que estas son el jamón para los narcos. En cuanto al modelo que ocupa la segunda posición en los robos acontecidos, Jarana ha mantenido que son los de popa abierta, en los que quepan cosas y «que tengan un buen motor para salir huyendo por la bocana».

Solo este verano han sido sustraídos ocho barcos, pero la situación que vive el puerto deportivo de Chipiona no solo engloba los robos de embarcaciones. Los hurtos y saqueos menores están afectando de igual manera a las propiedades atracadas. Las personas que pagan su cuota para descansar, sabiendo que sus barcos están a buen recaudo, han manifestado su desconecto por la falta de profesionales de seguridad, sumado a la poca iluminación en el recinto y en las entradas a los pantalanes.

Juan Carlos Vidal, una de las víctimas, ha contado al medio citado: «Me robaron el día 5 por la noche de madrugada y a fecha de hoy no tengo conocimiento de que haya aparecido la embarcación». Sobre esta, el propietario ha subrayado que era una semirrígida 5 80, modelo Cobra. Además, ha manifestado que se encontraba amarrada con un candado de acero a la cornamusa, el cual partieron sin ser descubiertos para huir del puerto, sumando a la lista de robos una embarcación más.