Málaga
El alcalde de Málaga mantiene su apuesta por la tasa turística frente a las reticencias del sector y la Junta
De la Torre considera que la medida «no es ni mucho menos disuasoria» y contribuirá a crear un turismo «de calidad»
El debate sobre la implantación de la tasa turística en Andalucía sigue abierto. A pesar del supuesto acuerdo entre la Junta, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y el sector sobre la creación de un observatorio para vigilar la sostenibilidad turística y valorar la posible aplicación de esta famosa tasa, lo cierto es que Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, ha vuelto a mostrarse rotundamente a favor de esta iniciativa.
Según palabras del propio alcalde, «la tasa turística es buena, servirá para que los trabajadores de los hoteles paguen los alquileres que ahora no pueden», puesto que la intención del Consistorio malagueño reside en revertir los ingresos de estos impuestos en ayudas al alquiler. Tal y como ha explicado de la Torre, «hay espacios turísticos que me consta que los empresarios, los hoteleros, tienen el problema de que sus trabajadores no encuentran viviendas a precios asequibles en la zona donde están trabajando» por lo que se pretende generar un «círculo virtuoso» con esta tasa para «ayudar a los trabajadores».
Para el malagueño, la implantación de la tasa «no es ni mucho menos disuasoria», como insisten los hoteleros, sino una manera de fomentar el turismo de calidad, puesto que es una medida que no afecta de la misma manera al turista de sol y playa «que suele quedarse en el hotel y los alrededores» que al de ciudad, que se mueve por toda la zona urbana y utiliza sus servicios con asiduidad. Por ello, el alcalde asegura que los vecinos «verían bien» su aplicación, «para que los turistas que utilizan los servicios que pagan los vecinos contribuyan, no tanto a esos servicios, sino a esa especialización de la ciudad por el turismo de calidad y de excelencia».
En cualquier caso, de la Torre ha considerado necesario que sean los propios ayuntamientos los que tengan la potestad de imponer o no la medida y se ha mostrado «convencido» de que el observatorio creado por la Junta, la FAMP y el sector hotelero aceptará, tras el pertinente estudio, que «es bueno ir en esa dirección».
Por su parte, la FAMP, presidida por el también alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha manifestado la pluralidad de opiniones de los diferentes alcaldes andaluces, motivo por el que se desestimó la implementación inminente de la tasa turística con el objetivo de tomar una decisión pensada y meditada para evitar «tener unos efectos no deseados si no lo hacemos bien».
Además de valorar esta medida, la Federación se puso como objetivo y reto presente la limitación de la vivienda turística, la gentrificación y el ‘turismo de borrachera’, que «generan una imagen que no es la que queremos y también indirectamente un sobrecoste de los servicios públicos».