Este complejo marbellí es un icono de los veranos de la Costa del SolEuropa Press

Málaga

Continúa la decadencia del icónico Hotel Guadalpin Banús con el ERTE de un centenar de trabajadores

Tras un verano «desastroso», el establecimiento sigue haciendo frente a la disminución de su plantilla y a la dificultad para ofrecer un servicio de calidad en sus condiciones actuales

El Hotel Guadalpin Banús de la localidad malagueña de Marbella volvió a saltar a la primera plana de la actualidad el pasado mes de julio, cuando el Juzgado de lo Mercantil número uno de Málaga ordenó el desahucio de varias zonas del hotel, entre las que se encontraban 49 habitaciones, cocinas y terrazas como resultado del litigio judicial en el que lleva años inmerso, asolado por las deudas, las irregularidades urbanísticas y la falta de acuerdo entre sus 40 socios y su explotador.

Como consecuencia de este cierre parcial, este pasado verano la ocupación media llegó al 90 %, teniendo en cuenta que no disponía de todas las habitaciones de las que goza el establecimiento, sino únicamente del 55 % del total, y tampoco podía ofrecer servicios de restauración al tener las cocinas cerradas. Además, la importante reducción de la plantilla, tal y como ha aclarado a SER Málaga el director de la empresa explotadora Grisoma, Salvador Rivera, «se ha llevado por delante a un centenar de trabajadores, con el drama que eso supone para las economías de estas familias y para el propio hotel».

«Nos han destrozado el verano. Aún tenemos aquí 70 empleados para atender a los viajeros que se alojan pero a los que debemos reembolsar parte de la tarifa porque no hay servicios de restauración; se lo decimos en cuanto llegan el primer día a recepción y lógicamente, las cuentas no nos salen y saldrán nunca de este modo», ha explicado Rivera.

El complejo de apartamentos de lujo fue levantado en 2005 por la promotora Aifos, que tan sólo cuatro años más tarde comenzó a desmoronarse hasta su liquidación en 2014. A día de hoy, la promotora y sus sociedades satélite siguen debiendo a la Agencia Tributaria cerca de 200 millones de euros y a su cara visible, Jesús Ruiz Casado, la Fiscalía solicitó su inhabilitación para la gestión empresarial y una multa de 120 millones.

El hotel, dividido y traspasado por zonas para tratar de reducir la deuda, continúa abierto ante la atónita mirada de los clientes, que ven cómo su funcionamiento a pleno rendimiento es cosa del pasado. Sus trabajadores, los grandes damnificados, salieron a la calle para pedir el apoyo del Ayuntamiento de Marbella, lograr una reapertura total del establecimiento y el cumplimiento de la Ley de Turismo de Andalucía, la cual era transgredida por la resolución que dictaminó la clausura. Sin embargo, la situación ha permanecido inalterable desde entonces.

Con la última salida del centenar de trabajadores y el escaso interés que vienen mostrando las administraciones por salvar del cierre este icónico hotel marbellí, los próximos meses del complejo son toda una incógnita.