Málaga
El futuro del Museo Ruso malagueño, en el aire por estos dos motivos
Mariana Pineda, concejala de Cultura, anunció una «posible nueva redefinición» de la pinacoteca nacida en 2015
Si hace apenas unos días se daba a conocer la envidiable forma física del Museo Picasso y el Carmen Thyssen, con excelentes cifras de visitantes en 2024 y mejores previsiones para 2025, no sucede lo mismo con el Museo Ruso malagueño, que se encuentra en el punto de mira del Consistorio y ante un posible proceso de reconversión.
Esta pinacoteca, ubicada en el recinto de Tabacalera, nació en 2015 bajo el amparo del Museo Ruso de San Petersburgo, el cual era el encargado de proporcionarle obras de sus valiosos fondos estatales. Sin embargo, el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, ante el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, se vio obligado en 2022 a romper relaciones con su principal proveedor, el cual dependía directamente del Kremlin.
A partir de entonces, el Museo Ruso de Málaga se ha venido nutriendo de exposiciones de colecciones privadas de arte ruso e incluso ha recurrido a la figura de Pablo Picasso para protagonizar alguna de sus muestras y conseguir atraer, así, nuevos visitantes a sus instalaciones.
Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos por captar adeptos, la citada pinacoteca no ha tenido buenos resultados en 2024 y su cifra de asistentes se reduce a la mitad de la que registraba antes de la pandemia. Así, este pasado año, las instalaciones de Tabacalera recibieron 46.531 visitas, 5.552 más que el año anterior, pero muy por debajo de las 82.549 visitas de 2019 y más lejos aún de los 117.000 visitantes que registró en 2017.
Es por ello que la concejal de Cultura, Mariana Pineda, en una entrevista a SER, ha anunciado la apertura, durante 2025, de un proceso de reflexión y diálogo para abordar en profundidad una «posible nueva redefinición» de este espacio cultural.
Pineda ha asegurado que no hay nada decidido por el momento, que este tipo de decisiones no se pueden tomar «a la ligera» y que todo «está abierto», desde que el museo deje de ser «ruso» hasta que siga albergando obras de esta procedencia. Lo único que permanecerá inalterable será la definición de este espacio como equipamiento cultural municipal.
A pesar de su descenso de popularidad y asistentes, la concejal ha resaltado el «polo de atracción fabulosa» que ha significado esta pinacoteca para todos los residentes rusos de la provincia, destacando, además, el buen funcionamiento y organización de la entidad. «Hay unas actividades de una calidad inmensa, con unos profesionales valiosísimos que se están vinculando cada vez más al engranaje cultural de la ciudad de Málaga y conviven también con el resto de públicos de Málaga y eso no lo podemos obviar», ha señalado.
Y es que el Museo, a pesar de encontrarse en la cuerda floja, continúa funcionando con total normalidad y ofreciendo, además de sus colecciones y exposiciones temporales, un amplio repertorio de actividades durante el mes de enero, desde los ‘Sábados en familia’, en los que niños y mayores tienen la oportunidad de desarrollar su arte desde diferentes perspectivas, hasta el taller para adultos ‘Desconectando en el Museo’ o el ciclo de cine ‘Utopía y Vanguardia’.