Semana Santa 2024
¿Por qué La Amargura es la única hermandad de silencio que va de blanco en la Semana Santa de Sevilla?
La Hermandad de la Amargura de Sevilla hace su estación de penitencia el Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos es uno de los días más emocionantes del año para los sevillanos. La ciudad sale a la calle para poder acompañar a las distintas cofradías en su estación de penitencia de camino a la Catedral. Y aunque prácticamente todas las hermandades de este día destacan por algún aspecto, quizás sea la de la Amargura, conocida como 'El Silencio Blanco', la que más puede sorprender a los visitantes.
Por norma general, las túnicas de los nazarenos pueden tener diversos colores, los cuales tienen simbologías muy concretas. En las hermandades más sobrias, el negro es la tonalidad que prima en las vestimentas de los penitentes, ya que hace referencia al duelo, al luto por la muerte de Cristo. Pero la Amargura no cumple con esta norma no escrita.
La Amargura
Fue en el año 1911 cuando la Amargura cambió completamente su historia y comenzó a ser conocido como 'El Silencio Blanco'. Y la 'culpa' de todo la tiene un hombre: José Prados Vera, funcionario de Obras Públicas y representante de una conocida cerería que llegó a servir a todas las cofradías de Sevilla, excepto a la de la Amargura, a pesar de que él formaba parte de la hermandad.
Prados Vera fue un hombre muy entregado a la cofradía de San Juan de la Palma. De hecho, el Domingo de Ramos de 1893, cuando se incendió el paso de la Virgen, él mismo, vestido de nazareno, subió junto a la imagen para sofocarlo. Y fue una promesa que le hizo a su mujer, Pilar Parejo, la que cambió la historia de la cofradía.
Al parecer, el Domingo de Ramos de 1910, Pilar se mostró ante su marido, mayordomo de la Amargura, muy afectada por el comportamiento de muchos nazarenos y acólitos de la hermandad, los cuales abandonaban su estación de penitencia para sentarse en bares o charlar con conocidos, dejando abandonadas insignias por el camino y retrasando el cortejo. Su marido, para tranquilizarla, le hizo una promesa: le aseguró que la cofradía pasaría a ser un ejemplo para el resto.
Hasta ese año, los nazarenos de los tramos del primero de los pasos de la cofradía iban como ahora, con hábito y antifaz blancos, aunque con un escudo diferente, mientras que los que acompañaban al palio iban con antifaz morado y túnica blanca. Aprovechando el mal estado de los antifaces de estos últimos, Prados propuso al cabildo que todos los nazarenos vistieran de blanco e instó a que los hermanos mantuvieran la compostura durante la estación de penitencia.
Ese año también se cambió el paso de misterio por otro de metal plateado, el cual procesionó hasta la Semana Santa de 1919, cuando fue sustituido por otro muy similar al que hoy en día podemos ver.
Así, el Martes Santo de 1911, dos días después del que le correspondía a la hermandad debido a las lluvias, la Amargura realizó su estación de penitencia, asombrando a todos por su sobriedad hasta su llegada acelerada a la Catedral, a la cual accedieron a paso muy acelerado debido a que el cielo volvía a nublarse.
Desde ese día la Hermandad de la Amargura es conocida como 'El Silencio Blanco'.