La mujer denunciante del caso atiende a los medios de comunicación junto a su abogado

La mujer denunciante del caso atiende a los medios de comunicación junto a su abogadoRocío Ruz | Europa Press

Sevilla

La víctima del maltratador que se cambió de sexo para no entrar en prisión: «Se ríe de todos»

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla se apartó del caso después de que el hombre, antes de entrar en la cárcel, se registrara como mujer

«Se burla de la Justicia y se ríe de todos para no volver a entrar en prisión». Son palabras de la víctima del maltratador que se cambió de sexo en Sevilla para evitar la cárcel y que ahora, encima, la acusa de presuntas lesiones e insultos.

Esta mujer ha acudido este martes al Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla para el juicio fijado por dicha instancia por esta denuncia interpuesta en su contra por el que fuera su pareja sentimental y padre de los dos hijos que tienen en común.

Previamente, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla se apartó del caso derivado de la denuncia de la mujer contra su expareja por presunta violencia doméstica y de género, lesiones y maltrato. En su auto de inhibición, el tribunal argumentó que el sexo de la persona denunciada había cambiado, por lo que «sobreviene falta de competencia objetiva». El hombre, antes de entrar en la cárcel, acudió al Registro Civil y se registró como mujer.

Ante ello, el abogado de la mujer, José Antonio Sires, ha interpuesto un recurso de reposición ante el propio juzgado contra dicha decisión judicial en el que avisa de que el artículo 46.3 de la llamada ley trans dispone literalmente que «la rectificación de la mención registral relativa al sexo y, en su caso, el cambio de nombre, no alterarán el régimen jurídico que, con anterioridad a la inscripción del cambio registral, fuera aplicable a la persona a los efectos de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género».

Este letrado, que viene avisando de que este cambio de sexo del investigado supone «un fraude de ley», ha explicado que esta persona ya había sido condenada en 2019 a 15 meses de prisión por malos tratos a su expareja y mujer denunciante de estos otros hechos de presunta violencia doméstica y de género, lesiones y maltrato. No obstante, se trata de una pena que «no es firme» después de que el acusado solitara un indulto al Gobierno central.

El abogado ha señalado también que, tras el cambio de sexo formalizado ante el Registro Civil de Carmona el 6 de agosto de 2023, esta persona habría continuado sus actuaciones contra su expareja con supuestas lesiones, amenazas, insultos y quebrantamiento de las órdenes de alejamiento.

La denuncia de esta persona que ha cambiado de sexo contra su expareja y denunciante inicial de malos tratos, según el letrado de la mujer, «es a todas luces un mecanismo torticero, para intentar un cambio de rol de maltratador a víctima, un mecanismo de defensa» en el «juego» que a su entender está desplegando esta persona en materia judicial.

La mujer, indignada

Por su parte, la mujer ha lamentado, en declaraciones a los medios, que su otrora pareja sentimental ahora «diga que es mujer» cuando sigue «haciendo su misma vida de hombre», lo que le ha llevado a avisar de que esta persona «se está burlando de la Justicia» y de que «se ríe de todos para no volver a entrar en prisión».

Además, ha precisado que la persona protagonista de este asunto ya estuvo algo más de dos años en la cárcel por una condena por malos tratos a su anterior pareja. «Es totalmente increíble», ha lamentado, criticando que las autoridades judiciales concedan «credibilidad» al cambio de sexo de quien fuera su pareja.

Por todo ello, la denuncia de su expareja contra ella tramitada por el Juzgado de Instrucción número 14, que finalmente ha suspendido el juicio fijado para este martes, es «falsa», según la mujer, quien ha explicado que su expareja formuló tal denuncia precisamente después de que ella le denunciase primero, dando lugar a la causa inicialmente tramitada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2. «Me ha hecho la vida imposible. Vivo en un infierno», ha lamentado.

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