Camino de prisión: en busca y captura el maltratador que se registró como mujer para evitar la cárcel

El Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla ha dictado una nueva orden de busca y captura para el ingreso en prisión de Cándido, el maltratador que ahora se hace llamar Candy y que se registró como mujer en Sevilla para evitar su entrada en la cárcel tras ser condenado a 15 meses de prisión por agredir a su pareja de forma continuada.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han informado este lunes a EFE de que el auto de busca y captura fue emitido el pasado 30 de octubre, en cumplimiento de una sentencia del 11 de septiembre de 2023 que en su momento quedó paralizada por la petición de indulto del condenado, todavía en tramitación.

Entonces, en septiembre del año pasado, ya se ordenó el ingreso inmediato en prisión, con el apercibimiento de librar la correspondiente requisitoria a los fuerzas y cuerpos de seguridad para su detención e ingreso forzoso en un centro penitenciario.

El abogado del procesado, Juan de Dios Ramírez, ha confirmado a EFE que su defendido aún no ha ingresado en prisión, y que su propio cliente, sin asistencia letrada, presentó un recurso contra el auto del 30 de octubre que está a la espera de recibir en su bufete.

La sentencia contempla que la mujer rompió la relación sentimental con su expareja hace seis años, debido a los malos tratos tanto psicológicos como físicos a los que fue sometida durante una década. Estos hechos fueron denunciados en numerosas ocasiones en los juzgados de Violencia sobre la Mujer.

En 2014 le fueron concedidas a la víctima varias órdenes de alejamiento frente a su agresor, que quebrantó en numerosas ocasiones, hasta que en 2019 fue condenado a 15 meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena y otro de amenazas.

Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el 11 de septiembre de 2023 se ordenó su ingreso inmediato en prisión, pero un mes antes, el agresor acudió al Registro Civil y se registró como mujer.

El letrado de la víctima, José Antonio Sires, considera este cambio «un indubitado fraude de ley» al entender que el agresor, que cuenta con antecedentes penales en materia de violencia de género, busca ser enjuiciado por un tribunal penal ordinario y no por uno especifico de violencia de genero. Tras el cambio de sexo registral, «las agresiones y amenazas, lejos de cesar han continuado y se teme por la integridad física de la víctima».

Un largo litigio judicial

Candy y su expareja están además inmersos en un largo litigio judicial desde hace años, con denuncias cruzadas, desde que en 2014 a la víctima de maltrato le fueran concedidas las primeras órdenes de alejamiento sobre su agresor. Tras el cambio de sexo registral, se ha cuestionado además qué órgano judicial era el competente para investigar a esta persona.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla 2 ya rechazó ocuparse de la última denuncia de la mujer contra su maltratador, por lo que derivó otra investigación por una denuncia anterior de ella hacia su expareja a un juzgado ordinario.

El juzgado dictaminó también que la voluntad, al cambiarse registralmente de sexo de hombre a mujer, de la persona condenada en firme por maltrato a su mujer no fue la de burlar la ley de violencia de género.