Los padres han acabado convocando una concentración de censura contra este docente
Sevilla
El profesor sevillano denunciado por comerse el bocata de sus alumnos niega los hechos y se coge una baja
Los padres de los estudiantes redoblan sus protestas y consiguen que, de momento, el docente no regrese a su puesto de trabajo
Un profesor sevillano siembra el pánico entre sus alumnos por comerse su bocata y orinar en botellas de agua
Las presiones de los padres y las familias han logrado una victoria temporal y de momento, las clases se reanudarán en el CEIP Híspalis de Sevilla sin el profesor protagonista, muy a pesar de todos, de este inicio de 2025.
Desde que se tuvo constancia del supuesto comportamiento de este docente, que pasaría por comerse el bocadillo y beberse los zumos que llevaban sus alumnos para el recreo, hasta orinarse en las botellas de agua de sus compañeros, la atención mediática que ha recibido el centro ha ido en aumento.
Los padres, representados por el AMPA, llegaron a convocar una concentración frente a las puertas del centro educativo donde estudian sus hijos, aumentando en sus denuncias. Ante esa tesitura, el profesor, que niega las acusaciones, no ha vuelto a las clases. Ha asegurado que esos ataques le han provocado una crisis de ansiedad y ha preferido no reincorporarse a su puesto.
Concentración a las puertas del centro
Durante la protesta, iniciada el pasado viernes y reanudada este miércoles, los padres han exigido a Educación que esta persona deje de prestar sus servicios en el centro, al entender que está «chiflado».
Recuerdan que su conducta viene de lejos, ya que este docente se incorporó al Híspalis en enero de 2024, hace justamente un año. En su expediente figurarían problemas administrativos en el anterior centro donde trabajó.
Comportamientos extravagantes
«Era el tutor de mi hijo en primero de primaria y daba clases de matemáticas y valores éticos a los niños de cuarto y quinto. Tiene comportamientos incívicos, a los niños con alguna discapacidad los ha 'maltratado', les quita los apoyos a los niños...», ha denunciado una de las madres afectadas.
«Se comía las gomas y las escupía a los niños, incluso los hacía gemir en grupo... De todo esto nos enteramos por los niños de cuarto y quinto, que son los que veían cosas raras. Humillaba a los niños en público por temas de sobrepeso», han agregado otras madres.
