El plan «urdido» por una pareja en Sevilla con una relación secreta para asesinar al marido de ella

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla tiene fijado un juicio para el jueves contra un hombre y una mujer, para los cuales la Fiscalía reclama 13 y 12 años de cárcel, respectivamente; unidos por una «relación secreta» en el marco de la cual habrían intentado asesinar al marido de ella y amigo de él, para continuar sin «obstáculos» su «relación clandestina».

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los procesados en esta causa son J.M.M.R., de 49 años a día de hoy y amigo de la víctima de los presuntos hechos, e Y.R.F., de unos 42 años actualmente y esposa del afectado.

La Fiscalía explica que los dos inculpados, que son la mujer del varón víctima de los supuestos hechos y un amigo del mismo; «mantenían una relación sentimental en secreto» y «para eliminar obstáculos para seguir con su relación clandestina» planearon entre ambos matar al esposo de la mujer acusada y amigo del encartado.

Plan «urdido»

Para ello, fruto del plan «mutuamente urdido» entre ambos, el 13 de julio de 2021, J.M.M.R. se ocultó tras unos matorrales del camino conocido como Parque de la Retama de Alcalá de Guadaíra, «habitualmente» usado por el varón víctima de los hechos en su trayecto de regreso desde su lugar de trabajo a su hogar y, a las 16,25 horas; con el camino «solitario» por la fecha y la hora; al ver pasar a su objetivo que volvía a su domicilio, le disparó presuntamente apuntando «al corazón».

«Por un error de cálculo», según el Ministerio Público, J.M.M.R. alcanzó a la víctima con su disparo pero no en la zona del corazón, tras lo cual el afectado, «malherido, logró conducir su vehículo hasta la casa de su cuñada», hasta donde tras pedir socorro acudió un equipo médico que le evacuó a un centro hospitalario.

La Fiscalía prosigue explicando que durante los hechos, los dos acusados estuvieron «en permanente contacto mediante mensajes» de WhatsApp «proporcionándose información» sobre el varón víctima de la emboscada; agregando que después de estos acontecimientos, al haber sobrevivido su objetivo, «aún continuaron planeando acabar con su vida»; si bien finalmente fueron detenidos fruto de la investigación policial, siendo intervenida en el maletero del coche de J.M.M.R. una escopeta de caza con un único cartucho en la recámara y varios cartuchos sueltos que él llevaba en el bolsillo, careciendo el mismo de licencia de armas.

La Fiscalía admite que J.M.M.R. está diagnosticado de «trastornos mentales del comportamiento» por el consumo de cocaína de larga evolución, pero sin que ello afecte a su capacidad cognitiva, según precisa el escrito de acusación.