Los Reyes reciben un baño de cariño y vivas de la gente en Hospitalet de Llobregat

Los Reyes han recibido en la noche de este miércoles un espontáneo baño de afecto del numeroso público que les esperaba a la salida de la nueva torre de Puig en Hospitalet de Llobregat. Tras inaugurar esta segunda torre de la citada empresa, Don Felipe y Doña Letizia han abandonado el edificio para emprender regreso a Madrid y, a la salida, se han encontrado con un numeroso grupo de personas que querían saludarles y vitorearles.

Don Felipe y Doña Letizia se han acercado y la gente les ha recibido con gritos de «¡Vivan los Reyes!» y «¡Viva España!». Con esta muestra de afecto, ha terminado la visita a Barcelona que el Rey empezó esta mañana en solitario y a la que luego, por la tarde, se sumó la Reina.

Una vez más, se ha puesto de manifiesto la brecha que separa a algunos políticos catalanes del pueblo catalán. Mientras que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, no ha querido salir a recibir a los Reyes cuando han llegado a la torre de Puig, y se ha limitado a un forzado saludo en el interior del edificio, numerosos vecinos de Hospitalet de Llobregat han querido ofrecer una calurosa y hospitalaria despedida a Don Felipe y Doña Letizia.

Antes de inaugurar la torre de Puig, el Rey ha entregado por la mañana los despachos a los 160 nuevos jueces de la última promoción. En ese acto, Don Felipe ha hecho una defensa cerrada de la independencia judicial y de la necesidad de que se respeten las resoluciones judiciales y la igualdad de todos ante la ley.

Las palabras del Rey se producen en plena ofensiva contra los jueces por parte del Gobierno, el Congreso de los Diputados y el independentismo, después de que todas las asociaciones de jueces y fiscales hayan advertido de que la ley de amnistía que prepara el Gobierno de Sánchez para borrar los delitos a sus socios separatistas es claramente inconstitucional.