Un anciano de 90 años causa el pánico en un supermercado al disparársele una pistola contra unos tetrabrik

Podría haber pasado en un «Saloon» del Oeste, donde los revólveres solían dispararse por ejemplo al pianista, no siempre para acertarle a él sino al instrumento, o a los tahúres que hacían trampas en las cartas, pero ha ocurrido en un supermercado de Campo de Criptana, en Ciudad Real.

No era ningún pistolero, al menos que se sepa de momento, sino un anciano de 90 años que llevaba una pistola como la llevó aquel hombre, también nonagenario, que decía que a Billy el Niño no lo mató Pat Garrett, y que Billy era él.

Llevaba la pistola en el bolsillo

El caso es que el señor de Campo de Criptana, donde don Quijote vio gigantes en lugar de molinos, llevaba una pistola en el bolsillo, que se le ha caído por uno de los pasillos del supermercado y se le ha disparado impactando la bala contra unos tetra briks de leche. Ha habido suerte, como suerte tenían a veces los parroquianos en el Salvaje Oeste.

Ha sido un suceso de película (feliz, más allá del susto, sin víctimas que lamentar), no solo por la semejanza con un vaquero desenfundando su «seis tiros», sino porque también había un policía fuera de servicio dentro del establecimiento quien, tras hacerse cargo del arma, ha llamado a la Guardia Civil, quien se ha llevado al hombre para que prestase declaración y comprobar que disponía de licencia de armas.

Nada más se sabe del suceso que podía haber ocurrido en Tombstone, Arizona, en el XIX, pero ocurrió en Campo de Criptana, Ciudad Real, en el XXI.