
El Rey Felipe, flanqueado por Emiliano García-Page y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, el miércoles en Almagro
La historia de los figurines de Lorca que interesaron al Rey Felipe el miércoles durante su visita a Almagro
Fueron dibujados por el poeta granadino para la escena de La zapatera prodigiosa, estrenada en el Teatro Español en 1930
Son dibujos infantiles, pero personales, surrealistas y llenos de vida. La representación gráfica de sus poemas estéticos y profundos. Lorca los realizó para vestir a sus personajes de La zapatera prodigiosa, la obra de teatro estrenada en 1930 en el Teatro Español.
¿Pero cómo han acabado en el ciudadrealeño Museo Nacional del Teatro de Almagro, ahora Museo Nacional de Artes Escénicas (MNAE) que inauguró el miércoles el Rey Felipe? La historia curiosa se conoció el día en que los dibujos se subastaron y el Estado español ejerció su derecho de tanteo para quedárselos.
A Margarita Xirgu, la actriz protagonista de casi toda la obra teatral del poeta y dramaturgo, dicen que no le gustaron mucho los dibujos, de tamaño similar a las postales que Basquiat le vendió a Warhol en la calle para llamar su atención, así que su estética no se utilizó. Algo que las imágenes desmienten por las evidentes similitudes entre los vestidos reales y los bocetos, a los que Lorca llegó a prender pedazos de tela con alfiler como muestra de su personalidad artística.

Detalle de uno de los figurines de Lorca con sus especificaciones

Margarita Xirgu en una representación de La zapatera prodigiosa en 1931
Después ella se los regaló a su hermano Miguel, que era profesor de teatro en Barcelona y quien con sus alumnos realizó una representación de La zapatera, utilizando los valiosos bocetos originales que además incluían indicaciones escritas de puño y letra del poeta para mayor detalle escenográfico y de atrezo. El alumno que se encargó del vestuario fue quien recibió, como agradecimiento, los dibujos de parte de Miguel Xirgu.
El periplo de los figurines de Lorca casi termina en que el hijo de aquel alumno, ya anciano, decidió venderlos en subasta. Así fue cómo los adquirió el Estado español por 100.000 euros hace catorce años para el Museo Nacional del Teatro de Almagro, desde el miércoles y con la presencia del Rey Felipe, quien se interesó por tan curiosa y graciosa y bonita y feliz historia, el Museo Nacional de Artes Escénicas (MNAE) de Almagro.