La obsesión secesionista: el jefe de la oficina de Puigdemont imagina una estelada en el incendio del Bages

«La estelada en el horizonte». Es el polémico tuit que ha publicado Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en relación al incendio que está afectando al Pont de Vilomara (Barcelona) y que ha arrasado unas 1.600 hectáreas y ha quemado 17 viviendas. Mensaje que acompaña con una fotografía en la que se ve el fuego, en el fondo, y en primer término la bandera independentista. Un mensaje que ha censurado incluso el alcalde de Manresa, Marc Aloy Guàrdia, de ERC, que lo ha considerado «indigno», teniendo en cuenta que «a nosotros la tierra se nos quema».

Lo cierto es que el jefe de la oficina del expresidente Puigdemont acostumbra a estar en el centro de la polémica. Primero, por sus contactos con Rusia para conseguir presuntamente la independencia de Cataluña. Contactos por los que está siendo investigado. Y precisamente por estos contactos, ha tenido que declarar hoy en el juzgado de instrucción 1 de Barcelona, por una pieza separada del caso Volhhov, por una supuesta filtración de información reservada de un Mosso.

El jefe de la oficina de Puigdemont habría pedido al agente que le diera información sobre si había o no controles específicos en su contra. Para ello, el mosso habría accedido a ficheros policiales. Sin embargo, Alay ha negado ante el juez Joaquín Aguirre que recibiera esta información y ha asegurado que consultó al agente después de comprobar que su nombre aparecía en el sistema de alertas policiales porque le paraban en los controles de seguridad de los aeropuertos.

El agente, a su vez, habría enviado a Alay un pantallazo que, según la Guardia Civil, correspondería efectivamente a un fichero policial, para confirmarle que el 17 de julio de 2020 (fecha para la que hizo la consulta) no había ningún control específico para él. Para el abogado de Josep Lluís Alay, Gonzalo Boye, estos hechos «no son delictivos» porque la información no era reservada, y por lo tanto, «no hay revelación de secretos».

Alay sólo ha respondido a las preguntas de su abogado, mientras que el agente de los Mossos de Esquadra se ha acogido a su derecho a no declarar.