Cataluña
Aragonès propondrá al Estado un «acuerdo de claridad» a lo canadiense para que Cataluña vote en un referéndum
El Debate desveló este viernes el plan de Sánchez de tomar el Constitucional para que permita una nueva consulta en Cataluña
El presidente de la Generalitat considera que es la herramienta que «se necesita» y que puede aglutinar el «máximo apoyo y complicidad» de la sociedad catalana
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado que va a proponer al Estado un «acuerdo de claridad», similar al que ya se ha llevado a cabo en Canadá y Escocia «que identifique cómo y cuando» Cataluña puede volver a votar. Así lo ha anunciado durante su intervención en el Debate de Política General en el Parlament, en la que también ha dejado claro que se trataría de un «referéndum definitivo y efectivo».
Dice el presidente de la Generalitat que ésta es la vía más rápida para volver a votar, para superar las dificultades que no permitieron conseguir la independencia hace cinco años; además de que es la que permitirá que el independentismo tenga más fuerza y también «más legitimidad» ante la comunidad internacional.
La propuesta se produce tan solo cuatro días después de que El Debate revelara las intenciones del Gobierno de Pedro Sánchez para impulsar una consulta en Cataluña. El presidente quiere una mayoría de izquierdas en el TC para que sus magistrados validen una consulta futura en Cataluña sobre su encaje en España. Si el proyecto prospera, después iría el País Vasco. Ése es el horizonte a medio largo plazo que manejan el PSOE, ERC y Bildu, según fuentes al tanto del acuerdo a las que ha tenido acceso El Debate.
Además, este periódico informaba este lunes de que Sánchez y ERC proyectan impulsar un nuevo Estatut con un Poder Judicial propio para Cataluña.
Aragonès ha defendido que la vía canadiense es la adecuada para «implicar a todos el mundo en el referéndum», sean o no independentistas, y también la estrategia para que se pueda reconocer el resultado. Y ha insistido en que «sólo la legitimidad de un referéndum acordado puede sustituir el 1 de Octubre». El presidente catalán ha recuperado la cifra del 80% de catalanes que apuestan porque Cataluña «pueda decidir su futuro» vía referéndum. Es, insistía, la «opinión inmensamente mayoritaria, hegemónica».
Según Pere Aragonès se trataría de «un acuerdo marco que ofrezca garantías, verifique criterios y establezca las bases para que todos se sientan incluidos». Una propuesta que se llevaría a cabo en dos fases. En primer lugar, se recogerán aportaciones de diferentes ámbitos porque de lo que se trata es de conseguir «un gran acuerdo representativo», el mayor consenso posible en Cataluña; y posteriormente se llevaría a cabo la negociación con el Gobierno.
¿En qué consiste la Ley de Claridad de Canadá?
La situación derivó a que el primer ministro canadiense de entonces, Jean Chrétien, desarrollase un diseño parlamentario para clarificar de qué manera una provincia pudiera independizarse, en el caso de que se llegase a celebrar un tercer referéndum.
El senado del país americano aprobó en el año 2.000 la Ley de Claridad. La norma dictamina, primeramente, que la pregunta deberá «requerir que la población se declare claramente a favor o en contra de que la provincia se separe de Canadá». En segundo lugar, será la cámara baja la autoridad bajo la que se celebre el referéndum, así como la encargada de refrendar que la votación ha sido expresada por una «mayoría clara de la población», pues se parte del hecho de que «la democracia es algo más que tomar decisiones por mayoría simple».
Aunque la Asamblea Nacional de Quebec no reconocido dicha Ley, aprobando por contra la suya propia, en la que se aceptaba una mayoría 50 + 1 % para proclamar la independencia; lo cierto es que aquel reconocimiento simbólico tranquilizó las demandas de los independentistas. El intento de celebrar en 2014 un tercer referéndum hundió al Partido Quebequés, que tuvo que ceder el poder al Partido Liberal.