Desokupa planta cara a Colau en las calles de Barcelona
Moviliza a centenares de personas en Barcelona al grito de «fuera Colau»
La empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa ha movilizado a centenares de personas en el centro de Barcelona, en una manifestación contra la alcaldesa, Ada Colau (BComú), y contra el movimiento okupa, a tres días de las elecciones municipales del 28-M.
Poco después de las 21.00 horas ha arrancado de la plaza Universidad la manifestación de seguidores de Desokupa, unos 300, según el primer balance provisional de la Guardia Urbana, que han desfilado tras una pancarta con el lema «La sociedad civil contra Ada Colau». Los manifestantes, muchos de ellos vestidos con camisetas repartidas por la empresa de desalojos, han coreado consignas como «fuera Colau», «Ada Colau, dimisión», «Yo soy español», «Colau vete ya» y también «'Currantes' sí, okupas no» y «Fuera el comunismo».
Desokupa logró caldear el arranque de la campaña electoral, al convocar una concentración para desalojar por la fuerza a los okupas que desde 2016 viven en dos edificios de la plaza Bonanova de Barcelona, adonde las semanas previas habían acudido los alcaldables de Cs, Valents y Vox en apoyo de los vecinos que protestan por la presencia de los «squatters».
Aunque acabaron por renunciar a desalojar a los okupas, seguidores de Desokupa se concentraron la noche del 11 de mayo, cuando comenzaba la campaña, en la plaza de la Bonanova, donde un dispositivo policial integrado por 380 agentes impidió posibles enfrentamientos con otra manifestación de apoyo a las casas ocupadas El Kubo y La Ruïna.
En la concentración de Desokupa se profirieron insultos contra la alcaldesa de Barcelona -«Puta Colau»-, además de proclamas nazis, por lo que el Ayuntamiento de Barcelona presentó una denuncia por delito de odio ante la Fiscalía. A diferencia de la protesta del pasado 11 de mayo, este jueves solo algunos de los seguidores de Desokupa han gritado insultos contra la alcaldesa, pero los organizadores de la marcha y otros manifestantes les han acallado rápidamente mientras exigían que no hubiera «faltas de respeto».