El exconsejero de Interior de Cataluña Miquel Buch, en 2019

El exconsejero de Interior de Cataluña Miquel Buch, en 2019EFE/ Andreu Dalmau

Cuatro años y medio de cárcel para el exconsejero Buch por fichar al escolta de Puigdemont

También se le condena a nueve años de inhabilitación al haber incurrido en los delitos de prevaricación y malversación

La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de cárcel y nueve de inhabilitación al exconsejero de Interior de la Generalidad de Cataluña Miquel Buch, por fichar de asesor a un sargento de los Mossos d'Esquadra para que siguiera escoltando al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont tras su huida de España.

La Fiscalía pedía seis años de cárcel y 27 de inhabilitación para Buch, al que acusa de los delitos de malversación y prevaricación por haber nombrado en 2018 asesor en el Departamento de Interior al mosso d'esquadra Lluís Escolà, de forma arbitraria, para que pudiera seguir ejerciendo de escolta del expresidente prófugo de la Justicia.

Y para el agente, el tribunal ha dictado una pena de cuatro años de cárcel y 10 de inhabilitación absoluta, además de nueve años de inhabilitación especial.

El juicio se celebró en junio y contó con el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como testigo. Entonces explicó que ningún mosso le hizo de escolta tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, pese a que creía que tenía derecho a ello. Eso sí, elogió a Escolà, a quien calificó como «patriota», por acompañarle en algunas ocasiones en el extranjero.

El fiscal explica que Puigdemont fue cesado el 27 de octubre de 2017, y aún así, el Mosso de Esquadra lo protegió en su casa de Sant Julià de Ramis (Gerona) los dos días siguientes, hasta que él, junto con otros agentes del área de escoltas «organizaron un dispositivo clandestino» para llevarlo hasta Francia, donde cogió un avión hacia Bélgica.

A raíz de esta decisión, la División de Asuntos Internos de los Mossos (DAI) expedientó a Escolà y lo apartó de la unidad de escoltas, desde entonces, hasta el 12 de marzo.

Una veintena de viajes

Y desde este día hasta el 28 de julio estuvo de baja médica y no llegó a incorporarse a la comisaría de Martorell (Barcelona), donde había sido trasladado por el expediente de la DAI. Pero durante ese tiempo, la Fiscalía sostiene que el agente acompañó a Puigdemont en varios viajes. Hay que tener en cuenta que el 27 de julio de 2018 se publicó su nombramiento como asesor y el 30 ya tomó posesión del cargo.

La Fiscalía sostiene que Escolà hizo una veintena de viajes, «con pleno conocimiento y aquiescencia de Buch para proteger al “procesado rebelde Puigdemont». En definitiva, y según el escrito del fiscal, de los 224 días que el exmosso estuvo en el cargo de asesor, estuvo en el extranjero 103 días y de 20 no se conoce su ubicación.

También apunta el ministerio público en su escrito que Escolà «aparentó la elaboración de una serie de estudios e informes» para Buch, pero no tenían registro de entrada y sólo uno estaba firmado por su autor. Contenían informaciones básicas y extraídas de Internet.

En el juicio también declaró el exresponsable de la División de Investigación Criminal de los Mossos Toni Rodríguez, que aseguró que no hay prácticamente constancia objetiva de que el sargento trabajara como asesor del Departamento de Interior. Y sobre los informes que elaboraba Escolà, explicó que eran de muy poca calidad.

Buch dice que es «injusta»

El exconsejero, en declaraciones a Catalunya Ràdio, ha anunciado que recurrirá esta sentencia, que ha calificado de «bestia» y de «injusta» porque no se ajusta a lo que realmente sucedió. También ha explicado que no se ha leído la sentencia, y tiene ganas de saber «los argumentos» que han dado los jueces para condenarlo.

Y ha desvinculado la sentencia y el recurso que presentará de las negociaciones por una posible ley de amnistía. «Es un elemento externo a todo lo que estamos hablando. Haya o no ley de amnistía, estamos seguros que no cometimos ninguna ilegalidad y vamos a defenderlo en todos los estamentos judiciales que haga falta», ha precisado.

Desde Junts ven, por otro lado, un «claro ánimo de venganza» en la sentencia, que según el secretario general de la formación, demuestra que «la represión no para, que la desjudicialización no existe, y que hace falta que, de una vez por todas, se acaba este persecución permanente, sistemática y planificada contra el independentismo».

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